Peligro de involución en España

Los recientes pactos concertados entre los herederos del régimen franquista del PP y su escisión nazi de Vox están ya convirtiendo el jardín de los derechos en un páramo de prohibiciones y autoritarismo, como en los mejores tiempos de la tiranía del genocida. Han comenzado con las prohibiciones de manifestaciones contra la violencia de género, minutos de silencios por las víctimas de violencia machista no respetados o retirada de las banderas LGTBI en ayuntamientos y edificios públicos. Pero la cosa puede ir a más, debido a la dependencia que de los nazis tienen los franquistas del PP para poder saciar su apetito de poder, y la fanática imposición de su ideario ultramontano y dictatorial (tampoco muy alejado, más allá de lo formal, del PP) que exige la banda nazi VOX, para apoyar su gobierno.

Paniaguados políticos que llegan no para servir a un país, sino para cumplir la misión impuesta por sus amos del capital, la curia y la monarquía, para llevar hasta la presidencia del gobierno a un candidato marcado por sus estrechos vínculos con el narcotráfico, que pondra las instituciones del Estado al servicio de un clan de cavernícolas iluminados que pueden devolver España a Alarico.

Salvo que la responsabilidad e inteligencia de los españoles lo impida, España está a punto de entrar en un bucle de confrontación y fractura social del que saldrá tarde y muy dañada.