Vuelta de vacaciones


Inmaculada Romero

Septiembre/24

 

La vuelta no existe, repito. A no ser que sea usted uno de los grandes afortunados económicamente, que puede permitirse no trabajar ni hacer tareas domésticas ni cuidar niños durante tres meses

 

 

Vuelta de las Vacaciones. ¿Qué vuelta?

No se preocupe, apreciado lector, no es mi intención crearle angustia con la cuestión de la vuelta de vacaciones. Todo lo contrario, y por motivo muy sencillo:  No existe tal vuelta.

La vuelta no existe, repito. A no ser que sea usted uno de los grandes afortunados económicamente, que puede permitirse el lujo de no trabajar, ni hacer tareas domésticas, ni cuidar niños, ni...durante tres meses. Si es así, felicidades, pero por favor continúe leyendo, tal vez le interesen mis consejos, ya que septiembre sí que tiene unas peculiaridades que nos afectan a todos.

Hace décadas que desde mediados de agosto a principios de octubre nos machacan socialmente con lo que hemos denominado "vuelta de las vacaciones", también conocido más dramáticamente como "síndrome posvacacional".

En televisión, radio, prensa, en la calle, no deja de llegarnos información nociva para nuestra salud, porque se quiera o no, le predisponen para que no duerma bien, se sienta más cansado, tenga malas digestiones, le duelan los músculos, y como consecuencia de todo ello, padezca usted un carácter menos amable.

El cerebro contiene miles de millones de neuronas organizadas en estructuras que coordinan el pensamiento, las emociones, las conductas, el movimiento y las sensaciones. 

Es decir, el cerebro actúa por asociación. Si nos dejamos llevar por toda esa información, y créame que solemos hacerlo, porque a nuestro alrededor la mayoría de personas que también han sido bombardeados con la misma información padecen los mismos síntomas, y se produce el efecto "contagio" que contribuye a que usted se encuentre mal.

No digo que sus síntomas sean reales, claro que lo son, pero podría evitarlos de manera rápida y sencilla. 

Los síntomas de regreso a las actividades cotidianas, no deberían durar más de dos o tres días. Se considera "vuelta" al regreso después de un largo periodo de ruptura con esa rutina diaria. Los niños en edad escolar, sí que pueden sufrirla, pero la gran mayoría la superan tras la primera semana.

Si usted forma parte de ese segmento de la sociedad que, con suerte, ha podido disfrutar de 15 días de vacaciones, usted no está de vuelta, y si su descanso fue en junio o julio menos aún.

Es muy posible, que durante el periodo vacacional sus hábitos cotidianos cambiasen, debido al aumento de temperatura, a contar con más horas de sol y, si tienes hijos, a un cambio importante en su organización debido a las vacaciones escolare, que alteran los horarios y ritmos de los más pequeños, y por tanto lo de casi toda la familia,

Todo esto sí que afectó en su rutina diaria, pero fueron unos cambios, que usted ya gestionó con anterioridad porque, no sé qué edad tendrá, pero estoy segura que no es el primer verano que ha gozado de unos días de vacaciones, o semanas, o... ¿O es usted de los afortunados?

Todos estamos ya acostumbrados (o lo deberíamos) a las consecuencias de la vuelta a la rutina diaria tras unos días de cierta anarquía, con lo que usted, que es consciente de todo ello, no debería mostrar síntomas del "síndrome posvacacional" y considerarlo como la rutina de volver a la rutina, y en cualquier caso no debería padecer sus síntomas más de dos o tres días hasta habituarse al cambio de organización, y estos cambios, no deberían afectarle ni emocionalmente, ni mentalmente, ni físicamente más allá de esos dos o tres días de readaptación.

No obstante, si usted cree que está padeciendo el síndrome pos vacacional, voy a hablarle del mismo.

El síndrome posvacacional, también conocido como estrés o depresión posvacacional, es el síndrome que experimentan muchos trabajadores cuando terminan sus vacaciones y tienen que volver a sus puestos de trabajo.

Los síntomas se asemejan bastante a los de una depresión clínica: Irritabilidad, dificultad para relacionarse con los demás, desanimo, sensación de apatía, insomnio, etc.

¿Usted cree, que todo esto le ocurriría sin los anuncios continuos en televisión, prensa, radio, o los alarmantes informativos que continuamente repiten que la “vuelta” conlleva problemas de salud? Probablemente no.

La realidad es que todo ese exceso de "información" sobre el nocivo efecto que la vuelta a la rutina tiene en nuestra salud, fomenta la compra de relajantes musculares, comprimidos para el insomnio, antidepresivos...etc.

Si toda esta campaña de marketing que genera millonarias ventas se quedara solo en una información veraz de lo rutinario de la vuelta a la rutina las compras y la ingesta de fármacos descendería bastante.

Pero lo indignante, es que emocionalmente nos predisponen para que esto ocurra, para consumamos productos que relamente no necesita nuestro organismo y, lo que es peor, con ello nos hacen estar malhumorados, y ser propensos al enojo, afectando a nuestro entorno.

Como consecuencia no duerme usted las horas necesarias, y su sueño no es de calidad, apareciendo el dolor de cabeza, como resultado del pésimo descanso. Las digestiones se ven alteradas y los músculos pesan, se siente usted cansado, y le comienzan a doler.

¿Sabe que es lo que realmente ocurre en Septiembre? Que comienza el otoño. El día 22 de septiembre a las 14: 44 minutos, hora peninsular comienza el otoño en nuestro hemisferio. Y esto que sí puede tener algún efecto en nuestro organismo, no debería tampoco de afectarnos, porque tampoco es el primer otoño que vivimos y nuestro cuerpo lo sabe y está preparado.

Si es verdad, que el cuerpo podría verse afectado por el cambio de temperatura y los vientos fríos que son repentinos, en septiembre, por lo general, durante el día, se pueden experimentar grandes variaciones de temperaturas en el mismo día. En la llegada del verano esto no ocurre, porque el sol, nos aporta vitaminas y nuestro cerebro asocia la época estival a la diversión y los días de fiesta, mientras que el otoño, deja de aportarnos esas vitaminas que el sol nos proporciona, y nuestra mente lo asocia a tardes grises y largas horas de trabajo.  

Pero para eso hay remedio, además de rescatar del fondo de armario la chaquetita, le aconsejo tomar equinácea. La equinácea es un remedio natural que cuenta con propiedades Inmunoestimulantes, antisépticas, antiinflamatorias, antibióticas, antifúngicas y cicatrizante. Es decir, previene y trata los resfriados que es lo que realmente puede afectarte físicamente, no es un producto caro y lo encuentra fácilmente en farmacias y herboristerías.

En otoño, las horas de sol son menos y esto nos puede afectar emocionalmente, porque la sensación de días más cortos, pero solo es una sensación; pies a tierra. Los días tienen 24 horas, en verano, otoño, primavera o verano. Todo es cuestión de organización, no le digo que sea fácil, pero sí que peores batallas ha librado seguro, y si utiliza algún producto de aromaterapia, el proceso le será mucho más llevadero.

Vamos a centrarnos en la realidad, y si me permite le doy aquí unos consejos para que septiembre no le sea duro.

1. Es difícil volver a la rutina de "encierro" después de haber disfrutado de días de sol, diversión y cenas interminables. Hay que enfrentarse de nuevo al día a día, con los aspectos más agradables de la rutina y olvidar aquellos pensamientos que nos trasladen de nuevo al reciente pasado, y a momentos que ya no son posibles.

2. Poco a poco. Respete cada día el tiempo que dedica para usted, y si no se dedica ninguno, procure hacerlo. Es necesario programar un tiempo de ocio personal para ir ajustando la vida a los nuevos ritmos de la vuelta a la rutina.

3. Convencerse de que ha de gradecer el tiempo que ha tenido de descanso, no todo el mundo puede disfrutar de unos días de asueto. Todo aquel que tuvo ese “lujo “este verano debe tenerlo en cuenta, eso le ayudará a volver con actitud positiva.

4. No se quede en las nubes. El ocio y la desconexión provoca una sensación de bienestar que hace que “la euforia vacacional” nuble la realidad, el día a día y las obligaciones. Las metas han de ser muy concretas, medibles y realistas, de otro modo solo se caerá en frustración.

5. Pensar a corto plazo. En vez de soñar con el próximo verano, debe usted centrarse en hacerlo con el siguiente fin de semana. La meta corta estimula, la larga es incomoda. Empezar la cuenta atrás para las próximas vacaciones no es una buena idea.

6. Vacaciones todo el año. Es muy útil incorporar hábitos de las vacaciones en nuestro día a día. Por ejemplo, el hecho de desayunar con tiempo es algo que nuestro cerebro asocia al periodo de bienestar, y nadie le impide hacerlo antes de ir a trabajar.

7. Coma de manera equilibrada y duerma bien. Es importante llevar una vida lo más sana posible. No hacen falta dietas, basta con tener una alimentación equilibrada y hacer algo de deporte.

8. Utilice y consuma en su día a día y siempre que le sea posible productos naturales.

¡Feliz Septiembre!


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Comentarios

Alba
hace 4 meses

Tan real como la vida misma...

Aranzazu
hace 4 meses

Muy cierto todo lo que relatas, no puede ser más real, me siento identificada con todo lo que dices. Seguiré tus consejos, no son difíciles y seguro que me aportan. Deseando ver el siguiente artículo.Gracias

Mayka
hace 4 meses

Me parece un artículo muy interesante. Deseando leer el siguiente. Un saludo!!