Suicidio por soledad

Carmen Prieto Gómez.

Septiembre/24

NO, no se suicidó porque fuera un cobarde, ni un valiente, ni un egoísta, ni un impulsivo, ni un enfermo, ni por llamar la atención ni porque estuviera loco...

Si, se suicidó y adoraba a su familia. No, una cosa no quita la otra.

No, no ha querido abandonar a sus seres queridos. Si, seguro que pensó en sus hijos. No, no ha sido un egoísta.

Tal vez, sufrió abusos sexuales.

Se sintió solo y una carga para los demás, sufrió maltrato, perdió a una persona muy importante en su vida. Le hicieron bullying. Pasó por algo que le hizo muchísimo daño y no supo cómo gestionarlo solo. Y como el sufrimiento era incalculable y no recibió la ayuda que necesitaba, murió por suicidio.

Se suicidó porque siempre hemos tachado a las personas que sufren de débiles y cobardes, y esto ha hecho que no pidan ayuda y sufran en silencio. Se suicidó porque no hay recursos para acceder a un tratamiento psicológico gratuito y de calidad. Se suicidó porque sufría y no tuvo la suerte de recibir la ayuda adecuada. Se suicidó porque vivimos en una sociedad que silencia la salud mental.

Cada año mueren en el mundo cerca de cien mil personas por suicidio. Estas personas no son solo un numero en un recuento. Son personas que tenían familia, futuro, amigos y motivos para vivir.

Los miles de muertes por suicidio, una a una, eran evitables, son personas que deberían estar aquí, entre nosotros y no están.

Y recuerda: no se suicidan los locos, enfermos o los cobardes. Se suicidan las personas.

Los padres, las madres, los hijos, los abuelos, los amigos o compañeros de trabajo.

ESTAR SANO NO ES SOLO SALUD FISICA. TAMBÉN ES SALUD MENTAL.