Segunda Muerte
Lector Impertinente.
Octubre/24.
La trama de Segunda muerte es magnífica y está llena de giros inesperados que mantienen al espectador pegado a la pantalla. Sandra, una joven con altas capacidades intelectuales, encuentra el cadáver de Juliana, una mujer que ya fue enterrada hace años. Este hallazgo desata una serie de eventos que involucran a Sandra en una investigación que amenaza con desestabilizar su vida y la tranquilidad del pueblo.
A veces una chica, para ser feliz, solo necesita una serie de crímenes y secretos en un pueblo cántabro. Una chica o una señora. O un señor acercándose a los 50. Segunda muerte puede ser esa serie. Esta producción de Movistar Plus+ da lo que promete. Que no es muchísimo, pero tampoco es poco. Donde esté una serie menor decente, que se quiten todas las grandes apuestas fallidas.
Movistar Plus+, como todas las plataformas, tiene bastantes de estas últimas. Algunas, no muchas, pueden excusar su irrelevancia (sí: irrelevancia) en lo arriesgado de su planteamiento: series adelantadas a su tiempo. Pero son las menos. Al tiempo, ficciones como Hierro o Rapa viven sin aspavientos, sabedoras de que al espectador le encantan los pueblos con muertos y secretos.
Los hermanos Coira ambientaron sus series en Canarias y Galicia. Ahora, Agustín Martínez lleva Segunda muerte a Cantabria. El guionista, componente de Carmen Mola, no sale de su zona de confort y eso es bueno. Martínez ya adaptó a televisión su novela Monteperdido, que dio lugar a la primera temporada de la notable La caza en TVE. Más pueblos, más muertos y más secretos. Todo bien.
Viendo 'Segunda muerte' es complicado no pensar en 'Hierro' y en 'Rapa'. Sobre todo, en esta última, tanto por desarrollarse en una determinada región del norte de España como por las similitudes entre los personajes de Javier Cámara y Karra Elejalde. En los tres casos hablamos a grandes y no tan grandes rasgos de lo mismo, en esencia y en la práctica: De tres elegantes y sólidos thrillers dramáticos que funcionan con la solvencia incontestable que asociamos a los thrillers de, por ejemplo, la BBC.
Porque después de todo, y a los hechos me refiero, no sólo los ingleses saben hacer buenos thrillers televisivos del estilo a 'Segunda muerte', serie que sin duda ha tenido muy presente el manual de estilo de las dos mencionadas creaciones de los hermanos Coira (y Fran Araújo). Este es el camino, y Movistar Plus+ no ha perdido la oportunidad de ofrecernos otro robusto "nordic noir" con aroma genuinamente español que late intensamente bajo su inmaculada y ceremoniosa apariencia reposada.
Las tres series comparten en gran medida las mismas bondades, siendo que 'Segunda muerte' encaja en el mismo plano de existencia: El de un mundo real, cotidiano, tangible y verosímil donde el suspense se elabora pasito a pasito, sin prisa, pero sin pausa y de manera consecuente. Pero sobre todo teniendo en cuenta que al final del día lo más importante no es el caso y su resolución, sino los personajes. Y en cómo el caso (o la vida) va jugando con ellos para sufrido deleite de nosotros los espectadores.
Dentro de lo mismo, puede que 'Segunda muerte' no esté tan pulida como las otras dos y los seis episodios de su primera temporada se queden cortos para abarcar todo lo que intenta abarcar; más, no hay razón para pensar que no gustará y convencerá de igual modo que lo hicieron 'Hierro' y 'Rapa', en las que, con el logo de Movistar Plus+ mediante, es, lo dicho, difícil no pensar. Tanto como lo es no recurrir a ellas para que su simple mención lo deje más o menos claro de manera fácil, cómoda y sencilla.
La trama de Segunda muerte es magnífica y está llena de giros inesperados que mantienen al espectador pegado a la pantalla. Sandra, una joven con altas capacidades intelectuales, encuentra el cadáver de Juliana, una mujer que ya fue enterrada hace años. Este hallazgo desata una serie de eventos que involucran a Sandra en una investigación que amenaza con desestabilizar su vida y la tranquilidad del pueblo. La narrativa no solo se centra en el misterio del cadáver, sino también en las complicadas relaciones personales de Sandra, especialmente con su padre Tello, un exagente de la UCO con demencia senil, y su pareja Castro, que está a punto de salir de la cárcel. La serie maneja con destreza las subtramas, entrelazándolas de manera coherente y enriqueciendo la historia principal.
El punto más fuerte de Segunda muerte reside en sus actuaciones, particularmente en la dupla formada por Georgina Amorós y Karra Elejalde. Amorós entrega la mejor actuación de su carrera, interpretando a Sandra con una profundidad emocional y una determinación que la convierten en el centro emocional de la serie. Su búsqueda de respuestas y su lucha personal añaden capas de complejidad a su personaje. Karra Elejalde, por su parte, demuestra una vez más por qué es uno de los mejores actores del país. Su interpretación de Tello, el padre de Sandra, es conmovedora y realista, retratando de manera magistral a un hombre consumido por la demencia. La química entre ambos actores aporta una autenticidad que eleva la serie a otro nivel.
La dirección de Álex Rodrigo y Óscar Pedraza es incisiva y adecuada, aprovechando al máximo el espacio de grabación y jugando con la incógnita del caso que está por resolver. La cinematografía es exquisita, capturando la belleza y la dureza del entorno rural de manera impactante. El montaje mantiene un ritmo adecuado que no deja que la tensión decaiga, y la banda sonora complementa perfectamente la atmósfera de misterio y suspenso. Estos elementos técnicos contribuyen a hacer de Segunda muerte una experiencia visual y artística notable.
Segunda muerte es la mejor serie de lo que llevamos de año. Es un thriller de calidad que combina misterio, amor y secretos del pasado en una narrativa envolvente y emocionante. Las actuaciones de Georgina Amorós y Karra Elejalde son destacadas, y la dirección y el aspecto técnico son sobresalientes. La serie es una joya del género policiaco rural que ningún amante del misterio debería perderse. Con su guion lleno de giros, una conclusión satisfactoria y una ejecución impecable, Segunda muerte es una serie que hay que ver sí o sí.
Y sin revelar más de la cuenta, que la ocasión tampoco lo requiere. Porque ya saben, este tipo de historias no serían lo mismo si no fuera por los sorpresivos giros de guión, las enrevesadas revelaciones o los cambios de compás. Sea como fuere, 'Segunda muerte' es un adictivo e intrigante thriller dramático que cumple con nota y a la perfección con lo que cabe pedir y también esperar de una producción de estas características.
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