Se acabó la fiesta (o nunca segundas partes fueron buenas)


Gregorio Duque.

Julio/24.

 

Cuando viajo lo hago en clase turista y los hoteles donde me he alojado no superan las cuatro estrellas. Es impensable que viajando una vez al año pueda beneficiarme de puntos de bonificación en las líneas aéreas y en los hoteles. Pero aún más impensable es que en pleno periodo de crisis los altos cargos de la Comunidad Autónoma viajen en Business y se alojen en hoteles de cinco estrellas y los puntos adquiridos no reviertan en quien paga sino en el viajero (razón más que probable para que esos medios como fax, videoconferencia,… no se utilicen y se siga viajando a todo tren).

 

 

En abril del 2010, Enrique Hernández Bento, otrora Interventor General de la Comunidad Autónoma de Canarias, publicó en un diario de la provincia de Tenerife un artículo destinado a los empleados públicos de Canarias bajo el título de “Se acabó la fiesta”, so pretexto de intentar explicar lo complicado que es para el personal que trabaja a las órdenes del Excelentísimo Consejero de Economía y Hacienda realizar el presupuesto del año 2011, porque tendrán que recortar 1069 millones de euros. Y para hacer mención a los recortes en el capítulo de personal, el sr. Bento no tuvo mejor ocurrencia que relacionar el empleo público con una ”fiesta”, que se acaba, y que el culpable de su finalización no es otro, como no podía ser menos para un corsario pepero, que el sr.  Zapatero, que no supo ver y reconocer la crisis.

El señor interventor explicó en su didáctico artículo cómo se hace un presupuesto público y llegó a decirnos que “el presupuesto de una administración autonómica se hace como el de una familia”. Y ahí acertó de lleno: Soria puso a Hernández Bento de interventor, a la hermana del interventor de viceconsejera de Turismo primero y como no se entiende con Rita el Excelentísimo se inventa un cargo para la hermana del interventor, porque los presupuestos autonómicos son como los de la familia, deben usarse para evitar que los hermanos se queden en paro. Otros ejemplos de presupuestos familiares son el nombramiento de Carolina Déniz como Viceconsejera de Justicia, y su hermana como asesora en la misma consejería.

Y claro, un gobierno que presumía de haber adivinado la llegada de la crisis antes que nadie, tuvo que esperar a que el visionario Interventor General quisiera cortar la fiesta en abril de 2010, casi tres años después del descubrimiento del abismo. Pero claro, de haberse percatado y actuado antes de abril de 2010, hubiera tenido que plantarse por ejemplo en el aeropuerto de Gran Canaria el 25 de octubre de 2009 y hubiera tenido que subirse al avión donde estaba su hermana Mari Carmen (entonces viceconsejera de Turismo), varias decenas de periodistas y cien jóvenes vestidos de naranja. Al grito de ¡se acabó la fiesta! el señor interventor hubiera requisado las botellas de champán y vino que estaban en la nevera del avión fletado preparadas para ser abiertas por la viceconsejera de Turismo, para repartir entre los periodistas y los dueños de la empresa que organizaba el viaje. El interventor hubiera mandado a todo el mundo a casita, incluso al director de la Televisión Canaria puesto por Soria, el señor Carlos Taboada, que fue a pasear a Islandia con cargo al presupuesto público. Con ese sencillo gesto nos hubiéramos ahorrado más de 300.000 euros de presupuesto público.

Enrique Hernández Bento y  la sede de la Comunidad Autónoma de Canarias.

El artículo del interventor aguafiestas fue la lamentación de un gobierno que llevaba un año anunciando recortes que no nos quieren contar. Primero empezaron atacando a los funcionarios, cuando Soria los descubrió en la playa a la hora del trabajo, aunque los funcionarios en cuestión estuvieran de baja por depresión o por partirse una pierna y el médico, además de la baja, les dictó la rehabilitación playera que le negaba la sanidad pública. El problema, dijeron, como ahora culpan los constructores al teletrabajo, era el absentismo laboral. Y para afrontarlo, en vez de constatar las bajas que dieran los médicos del Servicio Canario de Salud por parte del personal inspector, como había que ahorrar, el consejero de turno fue y contrató un estudio para valorar el absentismo. 

El consejero de turno, el sr. Ruano, letrado del Parlamento de Canarias y uno de los padres de la expropiación inconstitucional de los inmuebles aledaños al Parlamento con el que se realizó la ampliación y que pagamos todos los canarios´, llegó a decir  que el funcionario que no cumpla ganará menos, olvidándose una vez más del cargo público que lleva rascándose la pelusilla del izquierdo hasta que le vuelva a salir el pelaje gastado del derecho.  

El sr. Ruano nos dijo que si no se ponía remedio a esta situación nos encontraríamos en muy poco tiempo con administraciones en "estado vegetativo", en las que una parte importante de los empleados públicos no tendrán nada que gestionar, olvidándose el Interventor de las cuentas que el propio Gobierno de Canarias era el causante en más de una ocasión  cuando optaba por contratar empresas externas y no utilizar el personal de Medio Ambiente para hacer el informe de la Ley del Catálogo de Especies, o cuando contrató a empresas externas en Sanidad, Educación, Justicia, Turismo...para hacer trabajos que podrían desempeñar los empleados públicos, llegando a la cúspide cuando seis sindicatos denunciaron en las mismas fechas del artículo en cuestión que la Consejería de Presidencia y Justicia utilizaba una empresa privada para realizar la selección del personal interino.

Y así, estos señores que han derrochado y siguen derrochando a manos llenas, se dirigían proponiendo “eliminar cualquier gasto que no sea absolutamente imprescindible", pese a que en aquellos tiempos se pudiera constatar en el Perfil de Contratante del Gobierno de Canarias gastos tan necesarios como la redacción del PGO de Aguascalientes (Méjico), o el control de cetáceos en Caboverde.   

Por eso, el 29 de abril de 2010, un funcionario de la Comunidad Autónoma de Canarias, cansado de esperar alguna respuesta por parte de partidos políticos, sindicatos o cualquier ente social, ante el autismo institucional existente, decidió responder al Interventor General con una carta, que le mandó a sus compañeros y amigos, que decía lo siguiente:

Y así, estos señores que han derrochado y siguen derrochando a manos llenas, se dirigían proponiendo “eliminar cualquier gasto que no sea absolutamente imprescindible", pese a que en aquellos tiempos se pudiera constatar en el Perfil de Contratante del Gobierno de Canarias gastos tan necesarios como la redacción del PGO de Aguascalientes (Méjico), o el control de cetáceos en Caboverde.   

Por eso, el 29 de abril de 2010, un funcionario de la Comunidad Autónoma de Canarias, cansado de esperar alguna respuesta por parte de partidos políticos, sindicatos o cualquier ente social, ante el autismo institucional existente, decidió responder al Interventor General con una carta, que le mandó a sus compañeros y amigos, que decía lo siguiente:

“ En mi economía familiar -a la que usted alude para buscar similitudes con la elaboración de los presupuestos- yo únicamente he cambiado electrodomésticos cuando se me han roto los que tenía, y no como aquí, que se cambian coches, ordenadores, móviles, portátiles,… a pleno rendimiento. Todos los días llamo a otra isla o a la península, en las que tengo familiares, pero no se me pasa por la cabeza viajar a otra isla, a la península o al extranjero para hacer cosas que se pueden (y tienen que) hacer por teléfono, fax, e mail o videoconferencia. Cuando viajo lo hago en clase turista y los hoteles donde me he alojado no superan las cuatro estrellas. Es impensable que viajando una vez al año pueda beneficiarme de puntos de bonificación en las líneas aéreas y en los hoteles. Pero aún más impensable es que en pleno periodo de crisis los altos cargos de la Comunidad Autónoma viajen en Business y se alojen en hoteles de cinco estrellas y los puntos adquiridos no reviertan en quien paga sino en el viajero (razón más que probable para que esos medios como fax, videoconferencia,… no se utilicen y se siga viajando a todo tren).

Tampoco se me ha pasado por la cabeza cambiarme de mi piso en propiedad para pagar un alquiler, aunque a la Comunidad Autónoma no le duele salir de un edificio propio para alquilar un local menos ergonómico que el propio. Y menos aún el que teniendo un servicio de vigilancia de mi vivienda o un programa de contabilidad, ambos gratuitos, los cambie por vigilancia e informática costosa. Pero para la Comunidad Autónoma la policía autonómica y el SEFCAN - pese a estar los CFSE y el PICCAC- son gastos imprescindibles en plena época de crisis.

Por lo anterior, y por muchas más cosas que no hace falta que le diga (dado que usted al ser Interventor General sabe perfectamente que han sido los juzgados los que han condenado a la Administración por expedientes fiscalizados de forma favorable por la Intervención Delegada correspondiente, por la Intervención General, o por el propio Gobierno), le señalo que en las fiestas, sean de caviar como si son de mortadela, mi función seguirá siendo la de camarero, y a mucha honra”.

Dicho todo lo anterior, en las últimas elecciones europeas ha irrumpido “Se acabó la fiesta”, como en su día apareció el sr. Ruiz Mateos con una publicidad en campaña en la que cuando no mentía, publicitaba sus productos “rumasescos”. Daba lo mismo lo que dijera o propusiera: le había intentado meter una leche a Boyer, y eso mereció el respeto y admiración de tropocientos mil imbéciles, lo mismo que el partido de Alvise se presente ante la ciudadanía como que es el perseguidor de corruptos, pederastas y criminales desde 2019, o haber sido los que han sacado a la luz el caso Koldo. Y todo ello sin que el elector sea consciente de votar a un partido que pretende sacar a España de la UE, y que habla de “democracia directa” y suprimir la monarquía, en el sentido más joseantoniano que se sepa desde 1975. 

¿Supone ello que España se ha vuelto de extrema derecha, juntando a esta gente con los de VOX? No, como tampoco España era de ultraizquierda con los 71 diputados de Podemos. Lo que supone, es que desde hace un tiempo, el electorado está un pelín hasta los que se rascaba el cargo público citado ut supra, y decide votar no ya para que gane X, sino para que no gane tanto, o para que se den cuenta que estamos cabreados.

Y así, nos olvidamos que la única segunda parte buena hasta la fecha ha sido “El Padrino II”: Que Sumar, como “Se acabó la fiesta”, son un mondongo pinchado en un palo, y que la solución no es cada cuatro años desde hace décadas, “esperar que la ultraderecha no gane”, sino hacer política para que el electorado no se refleje en ella.


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