Presuntamente
Josemi Montalbán.

Seguramente no me va usted a creer, Don Teodorico, pero le prometo que ando, incrédulo, a pesar de vivir en este país que es nuestra disparatada España, y mimándome las gónadas con el terremoto político ocasionado por Víctor Aldama, un presunto chorizo que, presuntamente, se ha hecho millonario corrompiendo, presuntamente, a José Luis Ábalos, exministro presuntamente socialista, con el que, presuntamente, mantuvo contactos que, presuntamente, le beneficiaron en sus presuntos chanchullos empresariales, a cambio, presuntamente, de pagos en metálico y especie, como el presunto y cutre abono del alquiler de un pisito donde el presunto sociata tendría acomodada a su presunta churri, lo que convierte al presunto chorizo Aldama en pieza clave de un asunto de presunta corrupción política que se ha dado a conocer públicamente como “Caso Koldo”, el nombre del asesor del presunto sociata Ábalos, que sería el presunto repartidor de cartas en esta presunta partida de póker abierto en el que apuestan un selecto grupo de presuntos golfos de todo pelaje y condición, que está investigando la Audiencia Nacional, a través del juzgado Central 2, a cargo del juez Ismael Moreno.
Pero el presunto chorizo Aldama, también es el “hombre de oro” señalado por la policía en la trama conocida como “Hidrocarburos”, un presunto fraude a gran escala en el que los presuntos chorizos se hicieron presuntamente más millonarios traficando con gasolina mediante empresas ficticias que vendían el combustible a precio reducido a algunas gasolineras, empresas que después de la venta desaparecían de cualquier registro y dejaban al fisco un pufo de impuestos sin pagar. Una actividad por la que los presuntos chorizos presuntamente defraudaron a todos los españoles la nimia cantidad de 182 millones de euros, según cálculos de la fiscalía, que constan en el sumario del caso que lleva el juzgado Central 5 de la Audiencia Nacional, a cargo del juez Santiago Pedraz.
Todo esto, como ve, Don Leovigildo, muy presunto.
El caso es que al presunto chorizo Aldama, me lo pilló la pasma con el carrito de los helados abierto y desenchufado; y me lo enchufaron en Soto del Real, en preventiva prisión porque al estar forrado el presunto chorizo podía escapar, o hacer desaparecer las pruebas de sus presuntos choriceos, y para que eso no sucediese lo mejor era incluirlo en el rol de huéspedes de la prisión madrileña.
Hasta aquí todo presuntamente normal en esta presunta democracia. Lo raro, Don Chindasvinto, acontece algún tiempo después, casualmente cuando la organización criminal PP está con el agua al cuello (perdóneme el inapropiado símil) por su nefasta y criminal gestión tras las inundaciones en Valencia, es en ese momento en el que el presunto delincuente Aldama se ofrece a prestar declaración “voluntariamente” en relación con presuntas corruptelas en las que, presuntamente nada tiene que ver. Y declara, ya ve usted. Y en su declaración mezcla churras, merinas, cabaña porcina, cabaña bovina y a una señora de Caracas que una vez pasó por aquí, casualmente todos temas difundidos por la maquinaria de arrojar mierda (que el fango está en Valencia) de la organización criminal Partido Popular, y casualmente, de repente, sin que nadie lo sospechase, ni siquiera los presuntos chorizos, el presunto delincuente Aldama pringa, sin aportar ningún tipo de prueba, a casi todo el Gobierno de España, incluido su presidente, en casos de corrupción (así, sin el presunto), ya que, de repente y presuntamente, parece estar al tanto de todas las presuntas corruptelas de los sociatas, y casualmente sus conocimientos sobre la materia coinciden, casi al punto y coma, con las mentiras que la organización criminal PP viene difundiendo desde que una moción de censura encabezada por el Partido Socialista, nos libró del gobierno sospechoso de delinquir, de Mariano Rajoy, tras la primera (van tres y la que están por caer) condena por corrupción contra la organización criminal PP.
Y hasta aquí lo raro, Don Ataúlfo. Porque lo que viene a continuación es incomprensible, aunque previsible, atendiendo a la presunta justicia que sostenemos en este presunto Estado de derecho.
Verá usted, Don Sigerico, que tras prestar “voluntaria” declaración sobre temas en los que, presuntamente, el presunto chorizo Aldama no está, presuntamente, puesto en hora, al fiscal don Luis Motta, hombre muy vinculado, como el propio presunto chorizo Aldama, al Partido Popular y durante muchos años asesor del gobierno de Aznar, le parece, sin explicar el porqué, que el riesgo de fuga o destrucción de pruebas del presunto chorizo Aldama, ha desaparecido, y decide su puesta en libertad.
Y usted, Don Sisenando, que es muy mal pensado, seguramente estará malpensando que desde la organización criminal PP se le ha propuesto al presunto chorizo Aldama un trato por el que quedaría en libertad a cambio de mentir como el bellaco que presuntamente es, e implicar a Sánchez y sus ministros en todos y cada uno de los temas de mugre y lamparón que en el mundo se han dado desde el magnicidio de Cesar.
Pero está usted muy malpensando, Don Atanagildo, porque la organización criminal Partido Popular no haría un trato así bajo ningún concepto, porque eso sería un delito gordísimo.
Lo que ocurre, Don Teudis, es que a usted todo este lío del presunto chorizo Aldama le suena un poco muy marciano, porque la organización criminal PP, que no deja de sangrar bilis y embestir con rabia contra todo lo que remotamente tenga que ver con la democracia y la aritmética parlamentaria, porque perdieron una moción de censura tras ser condenados por un juez y etiquetados como chorizos (así, sin el presunto), anda ahora pidiendo una moción de censura porque un presunto chorizo, sin prueba alguna, acusa al legítimo presidente del legítimo Gobierno de España de chorizo (así, sin el presunto), y sin que medie sentencia judicial alguna, o al menos imputación plausible, el golpista y traidor (así, sin el presunto) líder de la organización criminal PP, Alberto Núñez Feijóo, se ha ido a llorar a vascos y catalanes, que son pérfidos y malvados, unos indeseables que pretenden romper España, salvo cuando sus votos son necesarios, para que le aprueben una moción de censura contra Sánchez y me lo hagan presidente de un gobierno fascista, compuesto por franquistas y nazis, del que él, presuntamente hasta ahora, no ha querido ser presidente.
Las risas de los del PNV y JUNTS aún resuenan, presuntamente, en la carrera de San Gerónimo.
Y no le digo yo que no, Don Eurico, porque en esta presunta democracia nuestra no le puede uno desprender del adjetivo presunto a nadie, ni al presunto chorizo Aldama, ni al presunto Dios, pero que, a mí, y ya sé que a usted mi opinión no le importa, pero que, así, entre usted y yo, yo para mí, que Don Sisenando va a tener razón, cuando menos razón presunta.
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