No iban a morir igual
Inmaculada de Mácula.
Abril/24.
La mayoría de los residentes que fallecieron en las residencias de la Comunidad de Madrid, durante la pandemia COVIC se hubiesen podido salvar si hubiesen sido derivados a hospitales, algo que impidió los protocolos sanitarios aplicados por el gobierno de Ayuso.
Según las conclusiones del informe de la Comisión Ciudadana sobre las residencias de Madrid durante la COVID-19 que se ha realizado a instancias del Ateneo de Madrid, y formada por representantes de los afectados y un grupo de expertos, el gobierno de la Comunidad de Madrid presidido por la popular Isabel Díaz Ayuso, es el responsable de la muerte de más de siete mil personas debido al tratamiento que de la atención sanitaria durante la pandemia se estableció desde el ejecutivo del Partido Popular, impidiendo que se derivase a hospitales a un gran número de usuarios de las residencias dependientes de la Comunidad.
En este estudio se estable que, contrariamente a la afirmación hecha por la presidenta Ayuso en la Asamblea de Madrid, no todos los afectados; "iban a morir igual". Según la comisión mas de 4.000 personas se podrían haber salvado si hubiesen sido trasladadas a hospitales, algo que no se pudo hacer porque los protocolos sanitarios establecidos desde el ejecutivo madrileño prohibían la derivación de pacientes de la sanidad pública, los de la privada si fueron trasladados, a los hospitales y debían permanecer en sus residencias, como así fue y por ello murieron aterrados, solos y padeciendo una larga agonía, sin nada que mitigara su asfixia.
La Comunidad de Madrid es la que mayor número de muertes en residencias durante la pandemia presenta a nivel no solo nacional, también europeo.

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