Mentiras Cochinas. Campan a sus anchas


Fernando Alés.

Diciembre/24.

 

No es de recibo, que  se vierta esta cantidad de basura contra instituciones tan respetables como: UME, Guardia Civil, Cruz Roja, y otras tantas, para al final hacer responsable de todo ello al gobierno central, sin que haya las debidas consecuencias.

 

 

Ya estamos otra vez en fechas navideñas.

Serán, como en años anteriores, días entrañables, de regocijo, armonía, amistad, y tal y tal y tal… Que decía aquel personaje.

O quizás no, depende de si aquello conviene a la horda de repugnantes personajillos que alumbran la ignorancia de aquellos que, debido a sus pocas luces, se dejan alumbrar por cualquiera.

Aunque no hay problema; serán manipuladores, mentirosos, rastreros, aprovechados, que solo buscan notoriedad. Pero saben muy bien hacia donde tienen que tirar las piedras. Tontos no son, forman parte de lo que cada vez más parecen legiones de reaccionarios resentidos, que torpedean continuamente las instituciones, de un sistema que pretende progresar social y económicamente, a trompicones, con muchos palos en las ruedas y no demasiada determinación en lo que se refiere a protegerse legislativamente de todo esto.

Tenemos como triste ejemplo reciente, sus infames mentiras sobre lo sucedido en Valencia, donde han utilizado el dolor y la desesperación de afectados y víctimas, para arremeter contra las instituciones con total impunidad.

No sé si os habéis dado cuenta de que toda esta campaña va dirigida en una sola dirección. Alguien por encima de estos infelices mequetrefes, que los alienta, los sustenta e incluso los incita, les marca muy bien el camino: 

Las piedras hay que tirarlas hacia la izquierda, siempre. ¿Nespá?

Entiendo que sería de lógica, tomar medidas serias y contundentes contra este tipo de acciones. No es de recibo, que  se vierta esta cantidad de basura contra instituciones tan respetables como: UME, Guardia Civil, Cruz Roja, y otras tantas, para al final hacer responsable de todo ello al gobierno central, sin que haya las debidas consecuencias.

Estamos haciendo de la mentira, la calumnia, la desinformación interesada, las acusaciones infundadas y todos estos actos de una total miseria moral, la moneda de curso legal, con la que nos toca convivir cada día, informativamente hablando.

Lo sucedido en la nefasta gestión de las urgencias tras el paso de la devastadora DANA por tierras valencianas y las descaradas mentiras vertidas por el Partido popular contra el Ejecutivo de pedro Sánchez, en lugar de asumir responsabilidades, son un claro ejemplo de la podredumbre que está erosionando nuestro Estado.

Siguiendo con el símil, nos están vendiendo basura con billetes falsos, y lo damos por bueno, alentando a otros a engrosar la legión de miserables mentirosos,  siguiendo el ejemplo, para multiplicar la basura creada o creando basura nueva, de manera que si no se toman medidas, llegará un momento en que la verdad no tenga más valor que una colilla arrojada al suelo. 

Todo esto pasa, porque no pasa nada. Así de simple. Si se actuara con contundencia exigiendo responsabilidades a quien promulga estos actos, se acabaría de raíz con el problema. Y no me refiero a multas por debajo del daño causado o pagadas alegremente por aquellos que han conseguido lo que se proponían, sino con actuaciones penales en función de la magnitud del perjuicio.

Dice una frase: que la libertad de cada uno termina, donde empieza la de los demás. Yo diría también que la libertad informativa o la libertad de expresión, debería acabar, donde empieza la información o la expresividad, veraz y responsable. 

Las mentiras difundidas desde los escaños parlamentarios, son más nocivas y peligrosas que las que se difunden desde los medios mercenarios.

Todo esto no deja de ser una ingenua utopía mía. En tanto en cuanto, desde la máxima institución legislativa, se consiente e incluso se lleva a cabo esta práctica sin ningún tipo de consecuencias.

Tenemos a los propios diputados campando a sus anchas desde sus escaños, entre mentiras y tergiversaciones. Haciéndose eco o creando en la mayoría de los casos ese caldo de cultivo tan rotundo, como infundado de acoso y derribo al contrario. En el caso de la derecha, haciéndose la cama entre políticos, jueces y medios de comunicación en un carrusel continúo de podredumbre intelectual.

No quiero con esto dejar al margen a la izquierda, que tendrá lo que tenga y por ello deberá dar cuenta y asumir sus responsabilidades también. 

Dijo no hace muchos días, un señor (que eufemismo, ¿verdad?) al que nadie le tiene que decir las copas de vino que tiene que beber. La verdadera mano que mece la cuna, según mi opinión, que: 

El que pueda hacer que haga.

Comparto, pero matizo la frase; diciendo el que pueda hacer las maletas, que las haga y nos deje vivir en paz. Invitándole de todo corazón, a que sea él, el primero que las haga.

Pero aquí no pasa nada, porque si pasara, quizás no viviríamos tan crispados y eso no interesa a los postulados de ciertos grupos políticos.

Luego está esa oportunista ultraderecha, que debería entrar al Congreso de los diputados con bozal y presentando el certificado de vacunación antirrábica. Porque como ya estamos comprobando la rabia es muy contagiosa y se extiende con facilidad entre sujetos sin defensas intelectuales.

Y con esto, entiendo perfectamente como brotan tantos difamadores por todas partes. Si de niños no se recibe la educación adecuada, en los entornos familiares y educativos, de adultos seremos un lastre para nosotros mismos y para los demás. 

Pues con la sociedad pasa igual, si no recibimos una política de calidad, seremos unos  botarates, que votaremos a botarates para que nos representen, en un círculo vicioso difícil de romper.

Pero, tranquilos, ni caso, que aquí no pasa ná. Venga a comer turrón, polvorones y a tocar las zambona, que vienen días de paz, amor y buenos deseos

Y como decía Porky cuando acababan los dibujos animados:

Eso es to , es to, eso es todo, amigos.

(Créditos a quién corresponda)


Valoración: 5 estrellas
3 votos

Añadir comentario

Comentarios

Todavía no hay comentarios