Lío en el área
Daniel Martín.
Marzo/25.
En el PP son tan inútiles, tan rematadamente mantas que, incluso teniendo el árbitro del Poder Judicial a favor, no han acertado ni con el travesaño y siguen lanzado balones a la grada.
La “leal” oposición ha aprovechado un lío en el área entre los defensas del Gobierno, para intentar colar un gol que maquille un poquito la descomunal goleada que los de Sánchez le están endosando a un Partido Popular que no encuentra alternativa, al juego del gobierno de coalición, ni manera de evitar, a pesar de contar con la ayuda de los árbitros del Poder Judicial, un marcador tan adverso. Pero ni tan siquiera con los defensas sanchistas enfrascados entre ellos, han logrado los de Feijóo, un líder de equipo completamente perdido en el terreno de juego, y que no sabe ni cuál es su posición, ni a lo que juega, más pendiente de que no lo manden al banquillo desde VOX o desde la Comunidad de Madrid que de contrarrestar las jugadas del rival, marcar en la portería gubernamental.
El barullo en el área sanchista se produjo cuando, después del último gol del Ejecutivo con la nueva subida del Salario Mínimo, la zaguera de Hacienda, María Jesús Montero, anunció que, con esa subida, serán muchos los trabajadores que superaran el mínimo exigido para estar obligados a presentar una declaración de renta de la que hasta esa subida han estado exentos. Un rechace que golpeó contra el pecho de la zaguera de Trabajo, Yolanda Díaz, que se opuso radicalmente a la idea de la de Hacienda y pidió subir el mínimo exento. Un lío entre zagueras que los populares han intentado aprovechar, pero en el PP son tan inútiles, tan rematadamente mantas que, incluso teniendo el árbitro del Poder Judicial a favor, no han acertado ni con el travesaño y siguen lanzado balones a la grada.
El Gobierno alude constantemente a la política social, a las políticas de izquierda para justificar las decisiones de un Ejecutivo, ciertamente progresista, que en esta ocasión se ha disparado en el pie, convirtiendo una decisión progresista en un disparate conservador, argumentando que en Europa el SMI tributa, y que pagar impuestos es de izquierdas, olvidándose de que en la mayoría de los países de la Unión los salarios están bastante más elevados que en España, y que el poder adquisitivo de la mayoría los trabajadores europeos es muy superior al de los españoles.
Según el Consejo General de Economistas, si se mantiene el mínimo exento en los 15.876 euros actuales, los trabajadores solteros y sin hijos que cobren el SMI, pagarán 300 euros anuales, que, con una subida de en tono a los 3000 euros anuales, no perece excesiva.

Dice Sánchez que hay que hacer pedagogía, pero no parece que su método pedagógico de gravar a los trabajadores sus cuatro céntimos, cuando se perdona a las eléctricas el gravamen sobre sus miles de millones de beneficio, 15.000 millones en 2024, o que las grandes fortunas sigan tributando por debajo de los salarios, sea una pedagogía que pueda entender el españolito de a pie, que es el que acude al estadio. De ahí la gran ocasión perdida por los delanteros manta del PP.
En cualquier caso, es un interesante debate que se ha generado precisamente por la política progresista de subir salarios, lo que, al final, debe llevar a pensar al trabajador que es preferible ganar 1200 euros mensuales y pagar tributos, que no contribuir a las arcas del Estado y ganar 735 euros. Lo que no quita para que la sensación que quede en el espectador del partido es que el Gobierno se ha columpiado en el área, y que tiene mucha suerte de que en el equipo rival sean tan tremendamente inútiles que no marcan ni con el árbitro a favor.
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