El golfo del Golfo


José Miguel Montalbán.

Febrero/23

 

Su emérita majestad el rey Don Juan Carlos ha decidido que va a trasladar su residencia oficial a los Emiratos Árabes, seguramente ha pensado el soberano que su dinero va a estar más seguro en aquel golfo ya que no se tributa, aunque tampoco es que en su reino haya contribuido mucho al sostén de los servicios públicos que necesitan sus súbditos para llevar una vida digna y como corresponde a una democracia avanzada, plena y consolidada que es la mentira que nos cuentan que es España.

Seguramente su majestad ha pensado que él no tiene por qué pagar su alícuota viruta, como si fuese un español común, de la ingente cantidad de millones con las que el Estado va a indemnizar, socorrer, rescatar…regalar, a las empresas concesionarias de las autopistas españolas ante la presunta ruina que les ha supuesto el negocio, muy pingüe, por otro lado de construir unas vías absolutamente innecesarias y que como sucede con los colegios pijos, utilizan mayoritariamente los de siempre, pero pagamos todos, como siempre.

Seguramente su majestad ha considerado que él no debe contribuir al sostenimiento de una sanidad pública, como si fuera un español común, porque él no hace gasto a esa sanidad pública, y es habitual paciente de una sanidad privada que también le pagamos todos. Seguramente su majestad considera que él no debe contribuir a sostener unas policías de las que nunca va a necesitar porque siempre vaya donde vaya ya lo acompaña, lo mismo que su legión de lacayos y lameanos, que se hospedan en hoteles de megahiperextraordinario lujo que se pagan con los impuestos que paga el común de los españoles, que no tuvo la suerte de ser espermatozoide coronado. Seguramente su majestad considera que él no debe contribuir en el sostenimiento de un Estado del Bienestar en el que se garantiza que ninguno de sus súbditos muera de hambre y en el que se otorgan una serie de derechos a quienes hasta antes de ayer solo tenían obligaciones, porque él no es un común español y jamás conoció otra cosa que derechos y privilegios que siempre han sido pagados con las contribuciones de otros, los comunes.

Seguramente su majestad ha sopesado la posibilidad de reinar en el Golfo, adquirir a buen precio un cachito de desierto desde el que poder seguir traficando con armas para los amiguetes reyes de la zona y embolsándose las pingües comisiones que le reportan sus trapicheos, sin tener que dar engorrosas explicaciones, sin tener ninguna obligación, ni contribución legal, es más, si su médico no se lo desaconsejase como se lo debe desaconsejar, seguramente su majestad hubiera o hubiese sopesado implantar por ley el Derecho de Pernada feudal, total, lo ha practicado siempre y sin necesidad de hacerlo ley.

¿Ustedes?

Pues lo de siempre, a aclamar, pagar y callar. No sean comunistas.


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