La España que bloquea

Josemi Montalbán.

Agosto/23

 

 

 

Alberto Núñez Feijóo anda arrastrando su cadáver político por todas las televisiones amigas, repitiendo una y otra vez su mentira de que por primera vez en democracia y en la historia de los millones de años de España va a gobernar el partido que pierde las elecciones.

 

 

La misma noche en que se dio a conocer el resultado emanado de las urnas en la jornada electoral del 23 de julio, el candidato de la formación ganadora, el Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, pedía, en su discurso de ganador, a la fuerza política que quedó en segundo lugar, el Partido Socialista Obrero Español, y ante la imposibilidad de formar gobierno, que se echase a un lado y no bloquease el gobierno de España por un interés partidista.

El líder de los franquistas hizo gala una vez más de su profundo desconocimiento del engranaje que hace funcionar la máquina de la democracia española, y que está recogido en nuestra sagrada e intocable Constitución, algo que debería extrañar y mucho a sus votantes, máxime teniendo en cuenta que, en el Partido Popular, al igual que el resto de sus cómplices fascistas, se han adjudicado la etiqueta de “constitucionalistas” pretendiendo con ello engañar a las honestas gentes de España, con la falaz intención de hacer entender que el resto de formaciones políticas que participan del juego democrático, no son constitucionalistas, algo del todo punto absurdo porque cualquier partido que se presente a las elecciones debe aceptar previamente nuestro marco legal, como es lógico; apelaba el señor Núñez Feijóo a su condición de ganador para asegurar que presentará su candidatura a presidir el gobierno de la nación, porque en su profundo desconocimiento de nuestra Constitución, no sabe que el candidato a la presidencia del gobierno no lo propone un partido, ni las urnas, ni el Parlamento (que sí lo elige), sino Su Majestad el rey Felipe VI, que como es lógico propondrá a aquel candidato que tenga alguna posibilidad de salir elegido, porque haya recabado los apoyos necesarios para optar a tal honor, y que, como está recogido en nuestra Carta Magna no tiene que ser necesariamente el ganador de las elecciones, mucho se retrataría el Borbón si propusiese a Alberto Núñez Feijóo como candidato estando, como está, más que claro, cristalino, que no cuenta con las simpatías de la mayoría del Congreso y por ende que su elección como presidente del gobierno, es absolutamente imposible, según nuestra sagrada e intocable Constitución.

Para terminar de dar la razón a aquellos que consideramos que el amigo de Marcial no está cualificado ni para presidir su comunidad de vecinos, el líder popular volvió a despacharse con la estupidez esa de: “si gobierno, cambiaré la ley, para que no se puedan convocar elecciones en verano”. Lo dicho, no es que no tenga ni la más remota idea de lo que establece el texto constitucional, es que ni lo ha ojeado, que es lo mínimo que debería hacer quien está estúpidamente emperrado en presidir el gobierno de España por encima del deseo mayoritario de los españoles.

Alberto Núñez Feijóo anda arrastrando su cadáver político por todas las televisiones amigas y recorriendo los programas de todas las furcias mediáticas que el fascismo se paga con nuestros dineros, repitiendo una y otra vez su mentira de que por primera vez en democracia y en la historia de los millones de años de España va a gobernar (parece que ese punto ya lo empieza a aceptar) el partido que pierde las elecciones, olvidándose no solo de las comunidades y ayuntamientos en las que el perdedor Partido Popular ha logrado formar gobierno, también aquella primera vez en las que el franquismo volvió a guardar la llave de la caja fuerte, periodo que tan caro nos costó a los españoles, y todo porque el cáncer aquel de Aznar hablaba catalán en la intimidad.

El líder de los franquistas empercude todo tanto, que incluso ha llegado a "sugerir" a los "socialistas buenos" que voten por él, porque ya les digo que no se entera de cómo funciona lo del candidato a presidente, en cualquier caso, él nunca será elegido y ese posible "tamayazo" lo único que propiciaría sería el bloqueo de España por el interés partidista de la organización criminal PP y obligaría a unas nuevas elecciones. Y empercude tanto, Pérez, porque en la organización criminal que lidera saben que a usted todo esto le suena a chino, porque es usted tan inculto e irresponsable como ellos, y porque es que hay que ver, Pérez, que tiene usted unas cosas...


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