La Memoria selectiva del PP

En este informe presentado por los relatores de ONU en relación con nuestra calidad democrática, se deja claro que las leyes de concordia que desarrolla el Partido Popular con sus socios de VOX, fomentan teorías revisionistas y negacionistas sobre la guerra civil y la dictadura que conllevan la supresión de entidades y actividades de memoria histórica, así como la denegación de subvenciones públicas para proyectos de regeneración histórica, y advierte de que esas fomentadas por las fuerzas ultras pueden acarrear límites al acceso a la verdad sobre el destino o el paradero de las víctimas, y qué no se pueden mezclar las víctimas de terrorismo, que tienen su propio reconocimiento legal, con aquellas víctimas de la guerra civil y el régimen franquista que se ensañó en los vencidos tras el conflicto.

No podemos obviar que la mayor amenaza para la democracia en toda Europa es el ascenso de la extrema derecha, del neo fascismo integrado en las nuevas tecnologías y que no es solo que tenga una memoria muy selectiva como le sucede al Partido Popular, que recuerda como merece a Miguel Ángel Blanco, pero siempre se olvida de los abogados laboralistas de Atocha, por ejemplo, o saca, venga o no a cuento, del cajón bélico la masacre de 2.000 nacionales en Paracuellos, olvidándose de la matanza de 4.000 republicanos en Badajoz, durante aquella misma guerra.

Lo cierto es que, para cualquiera que razone mínimamente, estas leyes de “concordia” solo sirven para impedir que se puedan recuperar los restos de centenares de miles de víctimas de la brutal represión franquista que permanecen tirados en las cunetas de toda España, se conozcan sus historias, se les reconozca el valor democrático de su sacrificio y les devolvamos su dignidad. Y nada de esto interesa a las formaciones conservadoras porque eso supondría el conocimiento público del monstruo que es el fascismo que tanto PP, como VOX defienden y justifican.