Here

Lector Impertinente.

Abril/25.

 

 

No sé si existe una cinta más adecuada para demostrar acabadamente lo ineptos, lo ciegos que son para ver películas esos timadores faltos de alma y de escrúpulos que se hacen llamar "críticos profesionales", casi todos menospreciando de manera furibunda éste regreso (GLORIOSO) del trío que encabezó ese ícono de 1994 Forrest Gump.

 

 

Exactamente 30 años después vuelven el bueno de Tom, la buena de Jenny (Robin Wrigth), y sobre todo vuelve con ellos la mano, más bien el pincel mágico de Robert Zemeckis tras la cámara.

Estamos ante una obra maravillosa, emotiva, sencilla desde lo argumental pero extremadamente innovadora desde lo narrativo y desde lo técnico: la idea central y el argumento de la película es la vida misma, vista desde la perspectiva del lugar en que transcurre, y con lugar nos referimos a una casa, pero no solo la casa, sino el mismo terreno antes de construirse la casa, pero no solo el terreno antes de construirse la casa, sino más atrás en el tiempo todavía... Toda, pero TODA la película es visionada por el espectador a través de una cámara FIJA, CON UN ÚNICO ENFOQUE, así las casi dos horas de película, un mismo cuadro de enfoque de cámara y misma locación toda la película, pero que la mano mágica de Zemeckis transforma en una experiencia visual tremendamente vertiginosa, que no te deja despegar la vista y la atención de la pantalla ni por un segundo.

Luego, el apartado técnico... una MARAVILLA, el encadenamiento de secuencias viajando en el tiempo, para atrás y para adelante, resulta aquí una experiencia cinematográfica mágica para el espectador, todo se conjuga, lo técnico de los cuadros que van apareciendo y desapareciendo sobre la imagen, los detalles (si somos atentos, los diferentes teléfonos o televisores de la habitación nos van dando la pauta de en qué década estamos, también los coches que pasan por la ventana al fondo); y ni hablar del rejuvenecimiento de Tom Hanks y Jenny, magia cinematográfica pura, IA mediante.
Y vamos a lo que todos los sesudos y amargados más critican, el argumento, la historia: estos sesudos y amargados que pretenden seguramente argumentos entreverados, con giros sorprendentes e inesperados, no se dan cuenta que el transcurso de la vida, que es lo que quiere contar la película, es tan solo el paso de nosotros por esta tierra naciendo, viviendo y muriendo, que no todos somos en la vida real Etan Hunt, Michael Corleone o Lara Croft, somos gente común, con vidas comunes, con -pequeños o grandes- éxitos y fracasos, con sueños concretados y muchos truncados, festejando la llegada de hijos, cuidando a quienes caen en enfermedades, y sufriendo la pérdida inevitable de quienes van muriendo. La vida es eso, nacer vivir y morir, y visto ese devenir, de lo que ocurre en un mismo lugar físico con varias generaciones, a través de un extenso lapso temporal, realmente conmueve y emociona.
Zemeckis, el buenazo de Tom y Jenny nos regalan una maravilla de película, digna "secuela" si podemos imaginárnosla así, de la queridísima Forrest Gump.

Solo tengo elogios para una película innovadora, experimental y muy arriesgada con la que Zemeckis ha vuelto a demostrar su maestría, especialmente tras algún que otro largo cuestionable. Sólo un director como él, tan abierto a innovar y a explorar las posibilidades que ofrece el cine desde la narrativa hasta los efectos visuales, podría hacer algo así.
Para esta tarea casi imposible se ha traído al equipo con el que hace más de 30 años creó otra de esas poquísimas auténticas obras maestras absolutas que ha dado el cine en su larga y corta historia a la vez: Forrest Gump.

  • Vuelve Eric Roth, que junto al propio Zemeckis firman un guion que maneja a la perfección los sencillos pero inabarcables temas del film (el paso del tiempo, el amor, la muerte…) así como los saltos temporales.

  • Vuelve Alan Silvestri a componer una de sus bandas sonoras más emotivas, y la mejor suya desde Los Vengadores.

  • Vuelve Don Burgess que hace milagros con la fotografía sin que la cámara se mueva de su sitio.

  • Vuelve Joanna Johnston para el vestuario, clave en un film que abarca tantas épocas como este.

  • Y por supuesto, vuelven Tom Hanks y Robin Wright, mi actriz favorita, mi debilidad, antes y, por supuesto, después de House of Cards, y su actuación aquí es una de la mejores de su carrera, sobre todo en el tercer acto.

Ese momento final, en el que la cámara se mueve por primera vez…piel de gallina.


Añadir comentario

Comentarios

Todavía no hay comentarios