El terremoto político producido por el grito; “no pasarán”, que clamó el pueblo francés, en la segunda vuelta de sus elecciones legislativas, contra la llegada al poder del fascismo en su república, seña y modelo de libertades, con la reacción de un electorado demasiado concienciado en la abstención casera si no se siente plena, total y absolutamente representado, y que propició finalmente que, efectivamente, los bárbaros no pasaran, ha provocado en España, donde el Partido Popular, heredero del régimen franquista, viene manteniendo, y de momento perdiendo, una dura pugna por hacerse de nuevo con las llaves de Moncloa, la rápida reacción de los movimientos fascistas en un llamado de unidad al estilo de la izquierda gala, y, desde Núñez Feijóo, mintiendo cuando habla de centrar políticas en el centrado centrismo del extremismo fascista; hasta el recién llegado al parlamentarismo europeo, Alvise Pérez, con una absurda, más que singular propuesta para la creación de una especie nueva CEDA, todos se manejan de acuerdo a un argumento común; el del peligroso extremismo de Jean-Luc Mélenchon, líder del Nuevo Frente Popular que se alzó con la victoria electoral gala contra todo pronóstico, un señor, por otro lado, de lo más moderado, pero que, en efecto, supone un peligro extremo para el fascismo.

Merdé.

Desconozco si Milei se droga, no le he visto ingerir sustancias. Tampoco sé si está alcoholizado, no ha bebido nunca en mi presencia. Mucho menos afirmaría que padezca desequilibrios psicológicos profundos, jamás cayó ante mí ningún diagnóstico suyo.

Puedo sin embargo afirmar, que veo en él a un tipo muchas veces, tal que, si estuviera drogado hasta las trancas, bebido hasta el gaznate, y loco de remate y con consecuencias peligrosas para sus semejantes.

No valoraré si es un mediocre, un frustrado, o un solitario al que nadie quiere ni quiso. Nada de eso sería excusa para entender como un mérito que destruya Argentina, tal que, si fuera un pueblo comprado de saldo en unas rebajas que, desesperado, se comió el señuelo del progreso y la libertad. ¿Os suena?

Desconozco si Ayuso roba con lujuria para los suyos, ni si en conciencia lleva los 7291 muertos del Covid en Madrid bajo su responsabilidad, hasta que las sentencias en firme no lo acrediten. Ahora bien, que la veo como a una vulgar ratera y asesina, eso no me lo quita nadie.

Ayuso impone a Milei una medalla de hojalata matritense, y ambos constituyen así la unión ibérica de macarras ultraderechistas.

¡Merde!

Specula.

"Van a por mí porque apoyo a Ayuso. Fueron a por su hermano y su novio; solo quedaba yo"

Nacho Cano.

Represaliado político.