¿Es Halloween un referente de nuestra cultura?


Julia Montalbán.

Noviembre/24.

 

La influencia de Halloween en la cultura española ha ido creciendo paulatinamente en las últimas décadas, hasta convertirse en una celebración que, aunque no forma parte de las tradición hispana, ha conseguido calar entre las generaciones más jóvenes, básicamente merced a los intereses comerciales.

 

Todos sabemos que Halloween es una tradición anglosajona que se celebra sobre todo en Estados Unidos pero... ¿Significa algo adaptar esta fiesta a nivel prácticamente mundial? Igual no todos están de acuerdo con esto pero si algo tengo claro es que el implementar en nuestra cultura este festivo hasta normalizarlo, especialmente en los más pequeños de la casa, puede hacer que se pierda la tradición de un día tan importante para nuestros antecesores como el día de todos Los Santos.

Cierto es que nuestra celebración de todos los Santos no es un día tan alegre y festivo-terrorífico como el que nos propone la festividad de Halloween, pero la nuestra es una jornada especial para recordar a nuestros fallecidos de un modo directo, sin alegrías, en profundo recogimiento, mucho más ligado a la tradición católica y ante todo al profundo sentir por quienes ya no están entre nosotros.

La influencia de Halloween en la cultura española ha ido creciendo paulatinamente en las últimas décadas, hasta convertirse en una celebración que, aunque no forma parte de las tradición hispana, ha conseguido calar entre las generaciones más jóvenes, básicamente merced a los intereses comerciales. La llegada de esta festividad estadounidense a España ha generado debates, reflexiones, adaptaciones culturales y, en ciertos casos, resistencia.

Halloween es una fiesta de origen celta, cuyo nombre deriva de All Hallows' Eve (Víspera de Todos los Santos). Su celebración en Estados Unidos tomó fuerza en el siglo XIX y, a lo largo de los años, se ha convertido en una festividad fuertemente vinculada al disfraz, el misterio y la diversión. Con la expansión de la cultura popular estadounidense, impulsada por la globalización y los medios de comunicación, Halloween llegó a diversos países, incluida España, hacia finales del siglo XX. Su popularización en nuestro se ha consolidado con el paso de los años, influida por películas, series y programas de televisión que muestran la celebración como una experiencia lúdica y emocionante, y fundamentalmente porque el mercado que gira en torno a esta celebración es millonario.

La aceptación de Halloween entre los jóvenes españoles ha sido notable. Muchos adolescentes y adultos ven esta fiesta una ocasión para expresar su creatividad a través de disfraces, maquillajes o decoraciones temáticas.

Las Redes Sociales han jugado un papel fundamental en la difusión y popularización de Halloween en España, ya que muchos jóvenes comparten fotos y videos de sus disfraces y de las celebraciones. Esta visibilidad digital contribuye a reforzar Halloween como una festividad atractiva y moderna, desvinculada de las tradiciones locales y percibida como una celebración "global".

Los colegios también han contribuido a que Halloween se asiente en España; son muchas las escuelas que organizan actividades temáticas para los niños. Aunque algunos centros escolares lo celebran como parte de su agenda educativa y recreativa, a menudo surgen críticas por parte de quienes consideran que esta práctica es un alejamiento de las tradiciones españolas. Sin embargo, los más jóvenes, influenciados por esas Redes Sociales y la cultura global, muestran una mayor disposición a participar en Halloween sin cuestionar su origen o las implicaciones culturales.

A pesar de las críticas, Halloween parece haber llegado para quedarse en la cultura española. La fuerte participación de los jóvenes y el apoyo comercial han consolidado esta fecha como una celebración significativa en el calendario español. Si bien no reemplaza las festividades tradicionales, Halloween ha encontrado su espacio en la vida cotidiana de España, coexistiendo en una especie de sincretismo cultural en el que las tradiciones locales conviven con influencias globales.

En este contexto, es probable que Halloween continúe evolucionando en España, adaptándose de manera que refleje las sensibilidades locales y se integre cada vez más en la vida cultural del país. Algunas escuelas y asociaciones han comenzado a incorporar elementos tradicionales en sus celebraciones de Halloween, intentando así combinar las costumbres extranjeras con las tradiciones españolas, como la colocación de fotos de seres queridos o la celebración de festividades con enfoque educativo.

Creo que la conclusión de todo esto es que, efectivamente la influencia de Halloween en la cultura española es un ejemplo de cómo las celebraciones extranjeras pueden integrarse y transformar las tradiciones locales en un contexto globalizado. En última instancia, Halloween se ha convertido en una oportunidad para la expresión creativa, la socialización y la diversión, elementos que, aunque ajenos a la tradición española, han encontrado un lugar dentro de su vida cultural actual.

Feliz Halloween, pues.

(Créditos a quién corresponda)


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