Fuego amigo
Daniel Martín.
Enero/24.
Se me antoja Felipe VI, un rey muy inclinado a saltarse la Constitución, inmiscuyéndose en cuestiones políticas, como le reclama desde la calle el fascismo antidemocrático, un monarca que da su político parecer, y no se conforma con el papel que la Carta Magna le asigna de imparcialidad, por demás un soberano profundo desconocedor de la España real.
En el tradicional discurso navideño de los Borbones parecía que Abascal y Feijóo estaban "chivándole" a Felipe VI los apuntes, tal fue la adhesión del monarca al discurso del fascismo hispano, que por momentos parecía más ultra que los ultras del Rosario. El rey, olvidándose del consejo que el mentor de su padre, Francisco Franco, solía dar a sus generales de no meterse en política, se mete en el embarrado jardín político para defender a toda costa una Constitución que garantiza el régimen monárquico, que garantiza su corona hoy y la corona con la que se tocará mañana su hija, para defender una Carta Magna hecha a medida de un sistema aparentemente democrático que solo ha servido para lavar la sangre de las nuevas camisas que vestían los franquistas mientras asesinaban al pueblo español, y hacerlas aparecer inmaculadas en "la nueva España" que nunca fue nueva, solo repintada.
Un rey tan inclinado a saltarse la Constitución, inmiscuyéndose en cuestiones políticas, como le reclama desde la calle el fascismo antidemocrático, un monarca que da su político parecer, y no se conforma con el papel que la Carta Magna le asigna de imparcialidad, un soberano profundo desconocedor la España real.
Felipe VI al pronunció hasta catorce veces la palabra "Constitución" y, disfrazándose de asusta abuelas, vino a decir que fuera de ella España estaba condenada a los infiernos. Un monarca al que, parece, que le encanta la política, quizá debería imitar a su bisabuelo y soltar la corona dejando paso a la III República donde podría fundar un partido y presentarse a las elecciones.
El discurso de Felipe VI fue tan de PP/VOX que parecía redactado por miguel Ángel Rodríguez, el asesor principal de esa niña mimada y maleducada que preside la Comunidad de Madrid, una arenga real a la división entre españoles, mientras exaltaba la unidad entre españoles, y al que solo le faltó gritar al final un borbónico... ". por ellos".
La defensa que del régimen del 78 vino a hacer Su Majestad, porque en ello le va la corona, se me presume ciertamente antidemocrática, como el discurso de PP y VOX, que en su real persona podría propiciar la desconfianza de algún español malpensado que pudiera llegar a pensar que el soberano ha intentado acotar el terreno de juego al Gobierno de España, delimitándole y estrechándole el campo donde jugar el partido de la legislatura, limitar pues la capacidad de acción del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, sin importar excesivamente, por no decir nada, el mandato del pueblo soberano expresado en las urnas tras los comicios del 23J.
A veces tengo la impresión de que nuestra vaca sagrada constitucional está a punto de morir por las excesivas atenciones y cuidados que le brindan quienes nunca han creído en esto de la democracia. De caer abatida por "fuego amigo".
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