Europa, tonto útil
Daniel Martín.
Mayo/25.
La idea de los chicos de Langley era sustituir la influencia rusa en aquella parte del mundo, por la de Estados Unidos, para poder hacerse con las riquezas minerales (las “tierras raras”), abundantes en Ucrania.

Estados Unidos involucró a Europa en la guerra de Ucrania para darle alguna posibilidad de victoria a los ucranianos, sin sufrir en tierras de América las consecuencias de agitar un avispero tremendamente peligroso en caso de que los planes, y a pesar de John Smith, no salieran bien.
La idea de los chicos de Langley era sustituir la influencia rusa en aquella parte del mundo, por la de Estados Unidos, para poder hacerse con las riquezas minerales (las “tierras raras”), abundantes en Ucrania, que permitan a la industria militar estadounidense y a Silicon Valley la independencia de China a la hora de abastecerse de esos preciados minerales.
A pesar de las sanciones y de los bloqueos a Rusia ejecutados por Europa, del apoyo militar y financiero a Ucrania que le ha brindado Europa, la guerra se ha decantado del lado ruso y a los Estados Unidos no le ha quedado más remedio que alcanzar un acuerdo con su viejo enemigo para repartirse territorial y económicamente Ucrania, saciando la codicia territorial de Putin, y las necesidades de los estrategas del Pentágono cara a la futura guerra con el enemigo próximo, China, verdadero objetivo de toda la maniobra bélica.
Europa ha cumplido fielmente con su papel de escudero de Estados Unidos, pagando, además, la factura de una guerra diseñada a medida por unos generales que mueven tacos de metacrilato sobre mapas virtuales, y planifican futuras batallas sin tener nunca en cuenta el factor humano, que es el factor que muere siempre, y de veras, en sus juegos de guerra.
Estados Unidos ha recompensado esa lealtad europea, aparatando a Europa de las negociaciones de paz, avisando de que le va a pasar la factura para que abone (otra vez) los gastos de una guerra absurda que solo ha beneficiado a la economía de Estados Unidos. A Ucrania ya le ha quedado claro que de entrada OTAN, ni de coña y que la Unión Europea no molesta en Moscú, es decir lo mismo que ya había antes de tanta muerte y destrucción. Antes de que en Europa se nos quedara cara de tontos.
Ilustración: IA Alternativa Mediterráneo. Uso libre
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