España reconoce el Estado Palestino
Redacción.
Mayo/24.
Desde este mes de mayo, España se suma a los países que reconocen a Palestina como Estado, en una decisión valiente del Ejecutivo de Pedro Sánchez, que persigue el objetivo de alcanzar la paz en una región en permanente conflicto desde hace casi un siglo. El Estado palestino que España propone incluye a Cisjordania y Gaza, conectadas por un corredor, con Jerusalén Este como capital y la Autoridad Palestina como gobierno.
La decisión del gobierno español de reconocer a Palestina como un Estado, ha provocado un conflicto diplomático entre el reino de España y el Estado judío, que se ve agravado por la actitud del principal partido de la oposición, PP, erigido en principal defensor de la causa judía contra el legítimo gobierno de España.
El reconocimiento del Estado Palestino por parte de nuestro país ha propiciado la inmediata amenaza de Israel que, a través de su ministro de Exteriores, Yaakov Blitshtein, ha dejado claro que; "Los días de la Inquisición han terminado. A aquellos que nos hacen daño, nosotros les haremos daño como respuesta", y añadió que: "esto tendrá consecuencias más graves para nuestras relaciones".
Por su parte el Partido Popular, poniéndose del lado del país que amenaza con dañarnos, no ha tardado en cargar contra el Ejecutivo de Padro Sánchez, al que acusan de "recompensar a Hamás", en un falaz discurso que están propagando todos los elementos del PP, pero sobre todo los más extremistas, Gamarra, Feijóo y Ayuso.
El gobierno español tiene la potestad para, sin necesidad de someterlo a consideración por parte del Parlamento, solo con la aprobación del Consejo de Ministros, declarar el reconocimiento del Estado de Palestina, en una valiente decisión del Ejecutivo de Sánchez que, a pesar de ser una medida más simbólica que efectiva, puede cambiar el plan diseñado por los Israelís para la zona y servir de ejemplo para otros movimientos políticos que alteren definitivamente el escenario, porque si España reconoce las fronteras de Palestina que estuvieron vigentes hasta 1967, no reconoce la presencia de los asentamientos, ni la ocupación de Jerusalén Este, lo que propiciaría una nueva partida.