El Guantánamo de Europa


Josemi Montalbán.

Noviembre/24.

 

Es esta solución, la del Guantánamo europeo, una forma de sacudirse el problema migratorio que nuestras políticas neoliberales generan, almacenando a los seres humanos que intentan llegar hasta nuestra rica y próspera Europa, huyendo del hambre, la guerra, la miseria y el nulo futuro, que nosotros los "demócratas" ricos de occidente les hacemos padecer en sus países.

 

 

La presidenta de la Comisión Europea, la teutona Ursula von der Leyen, ha abrazado, aunque los tribunales italianos la han desautorizado, la política fascista de la "Duce" italiana, Giorgia Meloni, y ha enviado una carta a los líderes europeos en los que les propone que los países miembros de la Unión Europea estudien la posibilidad de establecer campos de concentración; centros de deportación para migrantes los ha denominado la alemana, fuera del territorio comunitario, en los que internar a las víctimas de nuestra inhumana política liberal, mientras se tramitan sus casos en cada país de la Unión.

Es esta solución, la del Guantánamo europeo, una forma de sacudirse el problema migratorio que nuestras políticas neoliberales generan, almacenando a los seres humanos que intentan llegar hasta nuestra rica y próspera Europa, huyendo del hambre, la guerra, la miseria y el nulo futuro, que nosotros los "demócratas" ricos de occidente les hacemos padecer en sus países, una solución ideada por la fascista italiana Giorgia Meloni que ha alcanzado un acuerdo con el gobierno de Albania para establecer en aquel país centros de "internamiento" a los que se trasladará a los migrantes que soliciten asilo en Italia mientras se procesan sus peticiones.

La democrática presidenta de la muy democrática Unión Europea, informa en su carta a los muy democráticos líderes de la Unión que, "con el inicio de las operaciones del protocolo entre Italia y Albania, podremos extraer lecciones de esta experiencia práctica".

Aunque la democratísima presidenta Von der Leyen sostiene que cualquier decisión se tomará considerando la opinión de organismos internacionales como la ONU o la Organización Internacional para las Migraciones, "con el objetivo de desarrollar un enfoque integral del concepto de país tercero seguro". Lo más normal, conociendo como se conduce la moderna, solidaria, progresista y democrática Europa desde que otra alemana, Angela Merkel, derramara el liberalismo por nuestro territorio a principios del presente siglo, y los circunloquios que nuestros políticos, mediocres todos hasta la náusea, suelen utilizar para ocultar su hipocresía y villanía, soy muy propenso a creer que la solución migratoria europea va a pasar por untar con abundante papel violeta a más de un morenito con pedigrí, y construir en el Sahara un campo de concentración, "Saharanamon", en el que almacenar a todos aquellos que a juicio de los demócratas y solidarios europeos como von der Leyen, Meloni, Abascal, Orbán, y un buen puñado más, no pueden, ni deben salvarse de la miseria a la que los hemos abocado desde hace siglos, porque a ver a quién íbamos a explotar entonces en Europa, para sostener nuestra moderna, democrática, solidaria, justa, igualitaria y rica, sobre todo rica, sociedad. Un campo de concentración vigilado por sicarios de los poderosos morenitos previamente untados donde, entre dimes y diretes de políticos indecentes, los desdichados que caigan en poder de la democrática, moderna, humanitaria, justa, culta y solidaria Europa, vayan languideciendo poco a poco, muriendo de enfermedades naturales, enfrentamientos tribales (ya se sabe entre salvajes), insolaciones, indigestiones, o desdichados accidentes, pero lejos de la acomodada e indolente, cuando no temerosa sociedad europea, a la que le produce espanto ver cómo un niño deshidratado llega en una patera casi hundida a nuestras costas, mientras mira impasible en su mayoría, e incluso algunos aplaudiendo como los asesinos del estado terrorista de Israel despanzurra niños en Gaza y Líbano.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante una intervención ante el Parlamento Europeo. 

Foto: Philipp von Ditfurth/dpa

No obstante, Von der Leyen nos avisa a todos los europeos de buena cuna, que son lentejas, y considera que esta revisión es clave para: "ayudar a quienes buscan asilo sin que se vean obligados a emprender peligrosos viajes a través del Mediterráneo". Supongo que la presidenta alemana de la muy democrática, solidaria, culta y moderna Unión Europea para decir esto se ha inspirado en el argumentario que en 1938 sostenían los mandos de las SS nazis, quienes aseguraban que internaban y explotaban en el trabajo a los prisioneros de los campos de concentración para su beneficio económico.

O sea. En resumen, y para que los mal pensados no mal piensen. Que Europa pretende internar a los inmigrantes en campos de concentración para que no tengan que lanzarse al mar en patitos de goma, porque es mejor morir en un secarral que en la salada mar, y de paso quede claro para los europeos y el mundo en general que no es que seamos unos hijos de la gran puta como todos los demás, que lo nuestro es filantropía y todo lo hacemos por el bien de nuestros apreciados y estimados migrantes a los que todo debemos.

¡Jauja!


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