El Golpe de julio del 36
Jaime Tenorio.
Julio/24.
De Sanjurjo, a Franco. El golpe de estado perpetrado por los fascistas en julio de 1936 y que cambió la historia de España. De un puñado de generales traidores que pretendían la restauración monárquica, a la triple traición de Franco, primero alzándose contra la patria que juró defender, después traicionando a sus compañeros al no cumplir con el ideal que había iniciado la sublevación, devolver el trono a Alfonso XIII y por último con la traición al rey, al perpetuarse en el poder, erigiéndose en dictador.
El 17 de julio de 1936, un puñado de oficiales traidores del ejército español, apoyados por sectores de la extrema derecha política, la banca, los terratenientes y la Iglesia, perpetraron un golpe de estado contra la II República Española con la intención de derrocar el gobierno del Frente Popular que acaba de ganar las elecciones legislativas derrotando a la coalición de derechas, CEDA.
Al frente de los traidores estaba un general, José Sanjurjo, un habitual de las asonadas, que cuatro años se había sublevado en Sevilla. Derrotado y arrestado, fue condenado a muerte por aquella intentona, aunque la pena le fue conmutada por la de cadena perpetua y más tarde resultó amnistiado.
El general Sanjurjo (en el centro) murió en un "accidente" aéreo cuando se dirigía desde Portugal a españa para ponerse al frente de los traidores sublevados.
Los generales golpistas, Francisco Franco, y Emilio Mola.
El golpe de estado estaba previsto para el 20 de julio, pero los servicios de seguridad de la república estaban al tanto del mismo y pretendían esperar para detener a todos los conspiradores en el momento, esta circunstancia llegó a conocimiento de otro de los líderes traidores, el general Emilio Mola, un extremista gobernador militar de Pamplona, que advertido de la trampa que les prepara la República, da orden de adelantar el golpe al 17.
Los traidores fascistas, fracasan en la nueva intentona, y aunque triunfan en algunas ciudades, fracasan en la mayoría y sobre todo no logran hacerse con Madrid, Bilbao, ni Barcelona, sin las que el éxito del golpe es imposible. Tras aquello y conociendo que la suerte que correrán los conspiradores no es muy halagüeña se lanzan a la locura y convierten el golpe de estado en un pronunciamiento militar en toda regla que dará inicio, al día siguiente, a la Guerra Civil Española que ensangrentó España, oficialmente, desde el 18 de julio de 1936, hasta el 1 de abril de 1939.
El traidor Francisco Franco, un genocida que ensangrentó España durante 40 años, dejó establecida la sucesión de su régimen en la persona de Juan Carlos I.
La suerte de los traidores Sanjurjo y Mola, fue la misma, murieron en un “accidente” aéreo. El primero falleció el 20 de julio de 1936 cuando pretendía volar desde Portugal donde estaba exiliado hasta Burgos para ponerse al frente de las tropas fascistas. El segundo un año después cuando viajaba entre Vitoria y Valladolid para supervisar las operaciones militares en las proximidades de La Granja. La muerte de ambos generales dejó al genocida Francisco Franco como líder indiscutible de los traidores.
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