Desmontar la democracia inmadura
Specula.
Abril/24.
La derecha rancia, la de Vox y también, -no nos engañemos- la del PP que resulta imprescindible gobernando con ellos, se ha propuesto reescribir la historia, pretendiendo equiparar a la II República surgida del deseo del pueblo y sometida a las urnas, con los golpistas que junto con Franco se levantaron en armas contra ella.
La derecha en el nuevo atlas geopolítico mundial y tras la II Guerra Mundial, optó por hacer poco ruido en Europa. Pusieron sus ojos en el Cono Sur americano y en África principalmente, y en zonas de Asia con estatus de cierta debilidad.
No podemos olvidar que uno de los órdenes principales de esa precaria concepción filosófica y política de la derecha es la economía, y que esta se sustenta en tradiciones como lo es la religión, y la naturaleza humana como es la sangre azul, por poner dos ejemplos palmarios y en ambos casos, conducentes al poder, a detentarlo y, por ende, al dominio de la economía a través de los medios de producción desde dicho poder. Así y durante aquellos años, una guerra aquí y un golpe de estado más allá, alimentaron la poderosa industria de las armas, y con ello, su generación de recursos tocando el poder de manera digamos, encubierta.
Al comienzo del siglo XXI la derecha se había ya puesto los ropajes de la política de manera descarada, o quizás se los había quitado para mostrarse cada vez más al desnudo, y sin ambages ni complejos. Eso no ocurre solo en la UE, y personajes como Milei en Argentina, abominan de todo lo que huela mínimamente a progreso y a justicia, considerando el Estado más como un enemigo –suyo según parece- que como el orden sobre el que se sustenta la convivencia. Las teorías ultra liberales abogan por menos Estado para mayor gloria del bolsillo de unos pocos. Donald Trump fue otro ejemplo loco para no olvidar, porque amenaza con volver desde los mismos infiernos a imponer su desgobierno.
Aquí tenemos ya la muestra descarnada en Vox, ese trampantojo de escisión del PP, que muestra sin rubor su deseo de menos Estado, menos Autonomía, menos recursos públicos para la gente, menos “chiringuitos” salvo los que organizan para ellos y mayores privatizaciones redirigidas a sus empresas o las de sus amigos. Se cumple en lo económico que el capitalismo es ese cáncer que devora el cuerpo que lo alberga hasta su muerte.
Lo hacen con el planeta a gran escala, y lo hacen en otro plano con la economía dependiente de la política. Para ello necesitan el poder político, y gobiernan sin rubor en CCAA aunque denostar el modelo autonómico esté en su discurso.
Ahora la derecha rancia, la de Vox y también, -no nos engañemos- la del PP que resulta imprescindible gobernando con ellos, se ha propuesto reescribir la historia, pretendiendo equiparar a la II República surgida del deseo del pueblo y sometida a las urnas, con los golpistas que junto con Franco se levantaron en armas contra ella, la derrotaron por la fuerza de las armas, los dineros de la Banca March, las homilías y delaciones de la Iglesia, las bombas de Hitler y los soldados de Mussolini entre otras ayudas. Esto que implica un retroceso en el derecho a la reparación de las víctimas del Franquismo fascista que, casi 50 años después de la muerte del tirano sigue en pañales, es solamente una muestra de que la derogación de distintos artículos de la ley de Memoria Histórica en Aragón, Valencia o Castilla y León, borran del mapa las fosas y con ello acaban imposibilitando las exhumaciones, incluso retirando los lugares de memoria en los que se homenajeaba a los caídos en defensa de aquel orden democrático y republicano aplastado por las armas fascistas de Franco. La Ley de Memoria Histórica, también desde el 2023 de Memoria Democrática, lo es con rango de Estado, y publicada en el BOE de aquel 7 de febrero, por lo tanto, los juegos perversos urdidos desde las CCAA gobernadas por la derecha montaraz, tienen y tendrán siempre recurso ante el Tribunal Constitucional en evitación de que se juegue a desmontar esta precaria democracia que tenemos todavía.
Otras herramientas útiles como la Oficina de Prevención y Lucha contra la Corrupción en las Islas Baleares, también está siendo desmontada a instancias de aquel gobierno casposo y de derechas que, pretende protegerse enterrando el cuchillo de la verdad. Eso dará para otra columna de opinión y es otra muestra más del desmontaje de la inmadura democracia nuestra.
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