Cipriano Martos. El último "desaparecido" del franquismo.

Jaime Tenorio.
Marzo/25.
Cipriano Martos, fue un granadino defensor de la libertad, un hombre del pueblo, sin estudios, doctorado en vergüenza y sobresaliente en dignidad, que se moría de hambre en su tierra cainita, aquejada crónica de injusticia, y por eso emigró a la prospera Catalunya a finales de la década de los sesenta del pasado siglo.
Era Cipriano un hombre de ideas progresistas, valiente y con conciencia, que se opuso ferozmente al régimen genocida del traidor fascista Francisco Franco, encuadrándose en las filas del Partido Comunista de España, desde el que incrementó su lucha contra la dictadura hasta que en 1973 los esbirros del Estado franquista lo "cazaron" en Sabadell, cuando acudía a una reunión del sindicato clandestino. Trasladado al cuartel de la Guardia Civil de Reus, fue torturado salvajemente y cuando los matones fascistas hubieron saciado su sed de sangre, efectuaron un vertido de ácido por su garganta.
Cipriano agonizó en el Hospital de Reus, destrozado por dentro y en un dolor atroz, durante 21 días. Nadie dio aviso a su familia y fue enterrado en una fosa común. Cuando los familiares se interesaron por él, se le declaró oficialmente "desaparecido", convirtiéndose en el último “desaparecido” de aquel traidor asesino que ensangrentó España durante 40 años, Francisco Franco.
Nunca, nadie, pagó por el crimen.
Más de cincuenta años después, los restos de Cipriano, identificados por un equipo de exhumación, al fin pueden permanecer en una tumba digna, a la que sus familiares acudirán para recordarlo y mantener viva la memoria de un hombre justo, y a pesar de los herederos de quienes lo asesinaron.
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