Sorry, I don't speak catalán
Dani Martín.
Septiembre/23
Una de las primeras medidas tomadas por el nuevo Parlamento surgido de los comicios del 23J ha sido la de admitir el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso, a nadie escapa que, con la idea de facilitar un acuerdo de investidura para Sánchez, con los nacionalistas regionales. Sin embargo, no parece que hablar otra lengua distinta del castellano vaya a ser fácil.
Según los letrados del Congreso va a ser muy complicado que, a corto plazo, se pueda aplicar la medida para la utilización de las lenguas cooficiales en el Parlamento y en toda la actividad parlamentaria, ya que la reforma que se plantea para esta implantación afecta al "entero funcionamiento de la Cámara". Los letrados señalan que la proposición de reforma del Reglamento que reconoce a los diputados un derecho general a utilizar "sin limitaciones" y en todos los ámbitos de la actividad parlamentaria el uso de la lengua de su comunidad, "resulta de muy difícil, si no imposible aplicación en sus términos, al menos de forma inmediata o a corto plazo".
La medida que ha sido registrada con la intención de que pueda entrar en vigor durante el debate de investidura del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que se celebrará en el Pleno del Congreso el 26 y 27 de septiembre, parece ser que tiene difícil encaje en el normal funcionamiento de nuestras instituciones, algo que sorprende porque debería ser norma desde hace mucho tiempo, afecta de manera integral a todos los procedimientos, así como a todos los plazos reglamentarios, y por ende, al entero funcionamiento de la Cámara, según advierten los letrados, que reconocen el derecho de los diputados a usar lenguas oficiales distintas del castellano en la Cámara, y no ponen objeción a que la iniciativa se tramite de forma directa y en lectura única.
Una decisión de los servicios legales del Congreso que sin duda dificultará que la medida entre en vigor cuando está previsto y que vendrá a sumar alguna piedrecita más en el tortuoso camino por el que el actual presidente en funciones, Padro Sánchez, debe caminar si quiere volver a ser investido presidente del Gobierno.
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