Bendita Amnistía
Josemi Montalbán.
Enero/24.
Los españoles nos hemos dejado arrastrar políticamente a un pantano fangoso, repleto de reptiles venenosos, y nuestra barca democrática hace agua por todos los costados, sin que las gentes, que asistimos perplejos e indolentes a la entrada de la ponzoñosa agua, terminemos de entender que está en nuestra mano cerrar los agujeros por los que se cuela el veneno fascista.
Hemos normalizado tanto el gansterismo en nuestra política, consintiendo episodios tan antidemocráticos y graves como el protagonizado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, hace unas semanas, llamando desde la tribuna de invitados del Congreso; "hijo de puta", al legítimo presidente del Gobierno de España, o que el líder del tercer partido de España, Santiago Abascal llame a la insurrección de las fuerzas armadas, sin que ninguno de estos gravísimos atentados contra nuestra imperfecta democracia sea sancionado en modo alguno, que los miserables, los cobardes, los que esconden detrás de unas siglas políticas su odio, sus taras, sus complejos, sus miedos y supersticiones, cada día piensan que Castilla es más ancha, y empezamos a acotar a todos estos enemigos de la libertad y la democracia y comenzábamos a ponerles algún freno o estas malformaciones democráticas y sociales nos conducirán, de nuevo, al matadero. Una democracia, aunque sea una democracia tan deficitaria y presunta como la democracia española, no puede permitirse ni un minuto más la presencia en nuestras instituciones de elementos perturbadores de la democracia y la paz social como Javier Ortega Smith, el matón portavoz de la banda nazi Vox en el Ayuntamiento de Madrid, que ayer, una vez hubo finalizado su intervención en el último pleno del año, se revolvió embistiendo contra otro edil, Eduardo Fernández Rubiño, concejal de Más Madrid.
El bochornoso y lamentable momento en el que el concejal de VOX, Javier Ortega Smith, agrede al edil de Más Madrid, Eduardo Fernández Rubiño durante el último pleno de 2023celebrado en el Consistorio madrileño. En una actitud completamente antidemocrática y vergonzosa que debería de conllevar la dimisión inmediata del concejal de la banda nazi, pero que, para vergüenza de España, se niega a entregar su acta.
En el acto de agresión amenazó de forma ostensible al representante de los madrileños que no votaron al clan cavernario VOX, le lanzó los papeles que tenía sobre su escaño y una botella de agua vacía, todo ante la mirada atónita del resto de los presentes en el salón de plenos del consistorio madrileño. En un gesto gansteril más con los que, desde siempre, pero últimamente más, nos avergüenza el clan cavernícola liderado por el vago Alfa Abascal, y que, por supuesto y al contrario de lo que ocurrió con Daniel Viondi, concejal socialista que hace unos meses, dio unas palmadas en la cara, al alcalde de la ciudad, Martínez-Almeida, y para quien, desde los burdeles mediáticos que el fascismo se paga con nuestros dineros, se pedía la condena a galeras, en esta ocasión esos mismos burdeles mediáticos, no solo disculpan, también justifican la inaceptable agresión del matón voxero y responsabilizan a la víctima de la antidemocrática acción de su agresor.
Este nuevo atentado fascista contra la democracia no solo envilece el Ayuntamiento de Madrid, sino que viene precedido de otras muchísimas falta de respeto democrático y atentados a nuestras libertades por parte de los trogloditas, la última de ellas las recientes palabras del líder de los neandertales en referencia a colgar por los pies al legítimo presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, en la penúltima "machada," de estos gangsters de baratillo que empercuden nuestras instituciones y que envilecen nuestra sociedad con su hediondo ideario nazi.
Naturalmente, y al contrario de lo ocurrido con Viondi, el agresor no ha renunciado a su acta de concejal, su banda tampoco se lo ha pedido, y el cobarde ha subrayado su indignidad dejando claro que no piensa dimitir de la responsabilidad que tan indignamente ostenta, y a pesar de que desde la oposición y desde la alcaldía le han pedido que a ella renuncie.
La posterior justificación de la agresión por parte de Ortega Smith, resulta un monumento al desprecio a las instituciones, la libertad, la democracia y un zurullo enorme depositado sobre la inmaculada portada de nuestra sagrada Constitución que como buen constitucionalista dice defender del terror rojo.
Un hecho el padecido ayer en el Ayuntamiento de Madrid que agrava el dantesco panorama político que vivimos en España evidenciando una actitud despectiva hacia los principios de respeto y tolerancia necesarios no solo en la arena política, también en la convivencia ciudadana, que diferencia a las sociedades desarrolladas de los clanes prehistóricos.
Un despreciable acto de gansterismo llevado a cabo por un matón provocador, prófugo de la justicia británica y habitual agitador fascista, como ya demostró en su intento de coartar la acción de la policía frente a los golpistas que asedian la sede del PSOE en Ferraz.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, llamó "hijo de puta" al presidente del Gobierno desde la tribuna de invitados del Congreso.
Este grave atentado a la libertad debe servirnos también para recordar que, si este clan de agresivos y peligrosos cavernícolas VOX está en nuestras instituciones, avergonzándonos como nación civilizada, es gracias a la organización criminal PP que le ha abierto las puertas de las mismas, y no olvide usted, Pérez, que tienen esa posibilidad porque usted los vota en su inconsciencia, siendo el cómplice perfecto de los franquistas.
No olvide tampoco, Pérez, de mis desvelos, que al gangster Smith le han faltado siete votos independentistas de ser ministro de un gobierno de España encabezado por Feijóo y teniendo como segundo al mando al vago Alfa Abascal. ¿Se imagina?
Una cosa más que tenemos que agradecer a la bendita Ley de Amnistía, y a pesar de las cosas que tiene usted, Pérez, que de verdad tiene usted unas cosas...
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