Una Azotaina a Trump


Josemi Montalbán.

Mayo/25.

 

Estados Unidos ha puesto al frente de su gobierno a un chalado megalómano y muy mal acostumbrado millonario que piensa que todo el orbe es como las putas de lujo que acostumbra a gozarse, y que puede comprar la mayor parte del mundo, y al resto intimidarlo con amenazas. 

 

La llegada de Trump al poder por segunda vez ha hecho saltar por los aíres el tablero geopolítico en el que se jugaba la partida de la política global, un tablero que Estados Unidos dispuso tras la II Guerra Mundial, a su acomodo y para su beneficio, jugando un juego que ha hecho millonarios a muchos indecentes. 

Una partida hasta ahora equilibrada entre los dos grandes bloques surgidos tras la matanza originada no solo por Hitler, que siempre nos olvidamos de la política de contemplación y “besaculo” de las potencias europeas que permitieron que un pinta monas frustrado la liase parda. 

Estados Unidos ha puesto al frente de su gobierno a un chalado megalómano y muy mal acostumbrado millonario que piensa que todo el orbe es como las putas de lujo que acostumbra a gozarse, y que puede comprar la mayor parte del mundo, y al resto intimidarlo con amenazas. 

Trump no es más que un patán, un gañan con dólares en abundancia y nada más. Un loco que también la puede liar parda, y solo nos cabe confiar en la sensatez de sus generales. Un estúpido con delirios imperiales, rodeado de una corte eunucos neuronales, impotentes intelectuales y eyaculadores precoces de estulticia. Un Dios de opulencia que es adorado por centenares de serviles en todo el mundo, ansiosos de lamer del suelo alguna de las migajas que tan encumbrado ídolo deja caer de su muy bien surtida y dispuesta mesa, hasta la boca de perros como Milei, Abascal o Ayuso, entre otros siervos y pelotas del cesar Trump. 

El presidente de los Estados Unidos, Donald trump.

Foto: EuropaPress

Europa, hasta ahora fiel servidora de la voluntad estadounidense y escudera del “amigo americano” en todas las aventuras que este ha emprendido por el mundo, ha comenzado, después de ver su servil culo pateado por el amo yanqui, a buscar otras amistades menos peligrosas o al menos más leales, y el amigo más optimo debe ser aquel con el que se lleva años comerciando y relacionándose en buena armonía, a pesar de las continuas zancadillas que a tales relaciones han puesto siempre desde la Casa Blanca, por miedo a que las mismas desplazaran a los Estados Unidos como socio preferente del inmenso y rico mercado europeo. Un amigo fuerte como es China y otro emergente y muy interesante como es América Latina, mercados más que atractivos para una Europa que, si de verdad se sacude la injerencia de estados Unidos en su política, algo imposible a tenor del chantaje que supone la presencia militar estadounidense en Europa, puede recuperar muchas de las posiciones perdidas en estas dos décadas de sumisión al liberalismo yanqui, en la esfera de influencia internacional. 

El Secretario General del Comite Central del Partido Comunista Chino,  Xi Jinping.

Foto/Lintao zhang

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España.

Foto/Moncloa.

El viejo continente tiene una ventaja magnífica con respecto a Estados Unidos para ganarle la partida comercial en Asia y Latinoamérica, quizá por eso el loco del pelo rojo ha decidido firmar una tregua con Europa, un AS que puede inclinar a positivo y mucho nuestra balanza de beneficios. España. 

La relación preferente que nuestro país mantiene con China se ha convertido en clave para Europa en un momento en el que desde Bruselas se impulsa la diversificación de mercados, la búsqueda de nuevos “amigos”, y el fortalecimiento de las alianzas al margen de los intereses de Estados Unidos.  

Los vínculos de historia, cultura y sangre que España, aunque no siempre los ha cuidado, ha mantenido con sus antiguas zonas de influencia colonial, son ahora vitales para una América Latina que puede aligerar el asfixiante peso de la bota yanqui sobre su garganta, y para la política exterior y comercial de una Europa que, a pesar de seguir manteniendo la amenaza de la OTAN en su territorio, y de tragar con las exigencias de un gañan con viruta, incrementando el presupuesto con el que comprarle al chalado muchos chismes para matar, parece decidida a librarse del piojo americano, de una vez y no sabemos si para siempre, retomando la idea de aquella Europa, fuerte, solidaria, libre, diversa, en paz y rica que se disfrutó hasta la entrada del liberalismo, por la puerta teutona que le abrió Ángela Merkel, al inicio del presente siglo. 

Esta circunstancia coloca a nuestro país, en estos momentos locomotora económica de Europa, en una situación magnífica para liderar la independencia europea del imperialismo colonial yanqui; que sea una espada toledana la que corte el cabo de sumisión en todos los aspectos que mantiene al viejo coloso Europa, amarrado a ese gaznápiro niñato, maleducado y engreído que es el “amigo americano”. Que sea sobre las rodillas de España sobre las que Europa coloque al gañan Trump, y le propine una buena azotaina. 

Imagen: IA Alternativa Medietrráneo. Uso libre.


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