AuschwitzGaza


Daniel Martín.

Febrero/25.

 

 

Auschwitz-Birkenau fue posible por el triunfo del odio en la sociedad, no odio del pueblo alemán, sino de los jerarcas nazis que mentían y manipulaban al pueblo alemán, eso hizo posible la existencia de Auschwitz-Birkenau, un enorme matadero de seres humanos al que fueron a parar millones de personas de toda Europa que encontraron una muerte atroz entre torturas y experimentos "medicos".

 

 

Acabamos de conmemorar los ochenta años de la liberación del campo de exterminio nazi de Auschwitz, liberado por las tropas soviéticas el 27 de enero de 1945, cuando está de máxima actualidad la actual agresión genocida del pueblo judío contra el palestino, no estará de más recordar las atrocidades que las Schutzstaffel (SS) nazis de Adolf Hitler perpetraron contra una población indefensa y a merced de la vileza de un asesino, exactamente igual que sucede hoy con los palestinos que están siendo masacrados por orden del genocida Benjamín Netanyahu.

El 27 de enero de 1945, las tropas soviéticas penetraron en Auschwitz, cuando la mayor parte de los guardias ya habían huido dejando atrás a 7.000 personas enfermas, asustadas, desnutridas y en un estado moral lamentable. Los soldados del ejército rojo, también encontraron más de 600 cadáveres sin enterrar y la evidencia de una matanza sin precedentes en los anales de la barbarie humana, una matanza sistemática y planificada con la que, en menos de cuatro años, la Alemania fascista asesinó a más de un millón de seres humanos.

Las SS habían comenzado a abandonar Auschwitz-Birkenau en diciembre ante el temor de la llegada de las fuerzas soviéticas que se abrían paso, imparables, por el territorio polaco tras su aplastante y determinante victoria sobre las fuerzas nazis en Varsovia poniendo exitoso fin a la Operación Bagration, que hizo posible el desembarco de los aliados en las playas francesas el dia D, manteniendo en el frente oriental a las divisiones alemanas que hubieran truncado los planes de Eisenhower, de haber sido trasladadas a Normandia.
El odio, no del pueblo alemán, sino de los jerarcas nazis que mentían y manipulaban al pueblo alemán, hizo posible la existencia de Auschwitz-Birkenau, un enorme matadero de seres humanos al que fueron a parar millones de personas de toda Europa que encontraron una muerte atroz entre torturas y experimentos "medicos", un lugar que fue el centro del terror bajo el cual, seis millones de judíos fueron exterminados por los nazis en un Holocausto que un puñado de asesinos fascistas que, a las órdenes de Heinrich Himmler, sádico comandante de la Schutzstaffel (SS), planificaron para erradicar a la población judía de Europa, tal y como ahora un puñado de asesinos judíos, a las órdenes de un sádico genocida como Netanyahu, han planificado la erradicación del pueblo palestino de la tierra palestina que el estado terrorista de Israel pretende robar.

En su huida hacia Alemania, los SS del campo no se marcharon solos, después de intentar exterminar a todos aquellos que estaban demasiado débiles o enfermos para caminar, una tarea imposible debido a los miles de personas que se hacía necesario matar, y una vez que esto se evidenció iniciada la "tarea", y ante la inminente llegada de los soldado soviéticos, los guardias decidieron abandonar a sus suerte a los prisioneros que no podían llevar e iniciaron un tortuoso camino adentrándose en dirección a Alemania con más de 60.000, infortunados prisioneros, de los que, perecieron en el vieja más de 15.000 debido a las durísimas condiciones en las que los nazis les obligaron a moverse.
No hay que olvidar que aquellos asesinos fascistas nazis también fueron defendidos y justificados por políticos internacionales, como hoy son justificados y defendidos los asesinos judíos que están masacrando a los niños palestinos. En palestina no existe un lema sobre una puerta como el que se podía leer a la entrada del campo de concentración de Auschwitz: Arbeit Macht Frei (“el trabajo te hará libre”).

Pero es que en Gaza no queda nada sobre lo que colocar lema alguno, Gaza es un inmenso y derruido cementerio, en el que se hacinan varios millones de famélicos cadáveres que, por algún extraño milagro, aún respiran, y mantienen la ilusión de ver llegar un contingente de tropas internacionales que los libere y devuelva sus vidas, y su tierra.

Imágenes: UNICEF


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