Apropiación indebida
Specula.
Diciembre/22
El 4 de diciembre de hace 45 años, tal vez en la manifestación más multitudinaria habida en Sevilla, salieron a la calle varios centenares de miles de andaluces llegados desde todos los confines, para reclamar una autonomía plena y no regionalizada como pretendían desde la oligarquía para esta tierra, los mismos que desde las alturas ya habían concedido al País Vasco
y a Catalunya autonomías plenas.
Aquel mismo día y en otra manifestación con igual motivo, un policía dispara contra Manuel José García Caparrós de 18 años, y lo hiere de muerte. La bandera blanca y verde que menciona el himno de Andalucía, quedaría con aquello manchada para siempre del rojo de la sangre de la gente de izquierdas. Aquel joven militante del Partido Comunista pagaría el tributo al Estatuto con su propia vida y, durante años, el 4 de diciembre ha sido un icono de la izquierda andaluza y de sus reivindicaciones, también la bandera andaluza y a su lado, la republicana.
Pasados nueve lustros de aquello, ni se ha pedido formalmente perdón a la familia de García Caparrós, aunque sus hermanas sigan reclamando que sea declarado una víctima más de la mal llamada transición, ni tampoco al partido en el que militaba, ni siquiera a sociedad andaluza. El otro día el presidente de la Junta escenifico una reunión con sus hermanas llena de palabras huecas y con muchas fotos institucionales. ¿Para qué? Tiene la cosa una explicación sencilla: Apropiación indebida.
En una CCAA en la que la bandera blanca y verde era considerada subversiva, la derecha está metiendo también las manos. Pretenden en Andalucía desactivar el icono de progreso, como el PP de Madrid, el mismo de libertad o comunismo, frase gritada a los cuatro vientos por la celebérrima Díaz Ayuso, esa mujer que olvida que pretender hacer antitéticos dos términos que van de la mano no es posible, y que querer ganar para su causa el término libertad se lo aplauden los suyos que todo lo aplauden. Olvida Isabel que el comunismo ha sido siempre en este país vehículo de libertades, y Juanma en Andalucía y siguiendo la estrategia, que la bandera de Andalucía es de un pueblo que derramó su sangre para defenderla por más que desde la Junta de Andalucía pretendan ahora hacerla suya.
Foto: Diario Sur.
La Junta de Andalucía ha gastado mucho dinero en una campaña publicitaria, invitando a los andaluces a colocar banderas blancas y verdes en los balcones para sentirse eso, más andaluces que Lorca, María Zambrano, Aberti, o Valdés Leal por poner algún referente, campaña invitando a que los que tienen banderas de España en sus balcones, pongan ahora y de manera provisional una de Andalucía al lado, y con ello, a desactivar el símbolo. Pretenden que el comunismo se descabalgue de la libertad del pueblo, y asemejan la libertad a las cañas de los bares, y que la bandera andaluza deje de ser un afán, un adalid de la izquierda andaluza, para convertirse en un trapo más propiedad de aquellos que, cuando más se necesitan, quieren quitarle los impuestos a las grandes empresas que mes tras mes, hacen caja con el sufrimiento del pueblo.
Rafael Escuredo, primer presidente, tras el retorno de la democracia, de la Comunidad Autónoma de Andalucía.
El pueblo andaluz mostró su entusiasmo aquel 20 de octubre de 1981 tras aprobar su Estatuto de Autonomía.
El popular Juan Manuel Moreno Bonilla, actual presidente de la Junta de Andalucía.
Durante la mañana del 4 de diciembre y mientras los andaluces de izquierdas se manifestaban en la calle, a la misma hora que comenzaba la marcha, Juanma Moreno invitaba a bollos y chocolate institucional en el Palacio de San Telmo. Ese era el final de sus fastos andaluces, a sabiendas de que exponerse por ahora a los manifestantes en la calle, está desaconsejado. La derecha quiere apropiarse de los símbolos de la izquierda pero, ¡No pasarán!
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