Arte contra el genocidio
Marina Hernández.
Marzo/24.
Una escultura de Jemes Colomina colocada en un portal de la Rambla de Barcelona expresa el rechazo de buena parte de la sociedad al genocidio de Palestina por parte del ejército israelí.
El artista urbano James Colomina ha instalado una escultura en un portal de la Rambla de Barcelona como crítica al conflicto entre Israel y Palestina, una obra simbólica en la que dos niños totalmente pintados de rojo —uno israelí y otro palestino— observan un gran símbolo de la paz formado con manos pintadas del mismo color.
La obra, a la que ha llamado Les enfants de la paix (Los niños de la paz), es "una ilustración simbólica donde los niños de cada campamento sellan con sus manos un símbolo de la Paz en un trabajo común", según palabras del propio artista.
Las obras se han colocado sin permiso del Ayuntamiento de Barcelona, como ya ocurrió con anterioridad, en 2022 en la antigua plaza Antonio López, un aristócrata cuya estatua fue retirada por haberse dedicado al tráfico de esclavos. Colomina puso allí un oso de peluche y un niño, ambos de rojo, igual que las figuras de los dos menores que han aparecido en la Rambla.
Meses más tarde, el artista francés instaló otra escultura roja, esa vez en el parque de Joan Miró. Representaba al presidente ruso, Vladímir Putin, sentado sobre un tanque de guerra diminuto, que, según el autor, Simbolizaba "la estupidez de la guerra".
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