Arena, Cal, y más arena
Specula.
Diciembre/24.
Casa Real sabe que las encuestas mes a mes les son desfavorables, y que por mayoría los españoles prefieren un plebiscito para dirimir si monarquía sí o monarquía no. Apuntalados por PP y PSOE y sienten seguro aunque con inestabilidad su papel y su razón de cobrar del erario público un presupuesto enorme que no son capaces de demostrar cómo se ganan.
El plan de la Corona prosigue para acercarse al pueblo y ganar en popularidad lo que el Ciudadano Borbón, Juan Carlos tiene por nombre, ha mermado con sus desmanes éticos y relacionados con la fiscalidad y su carácter inviolable que, abría las puertas al “ancha es Castilla” con el que su reinado transitó desde que el sátrapa de Franco le nombrara heredero universal de una corona ilegítima, y hasta que los escándalos le obligaron a la abdicación en favor de su hijo.
Ese plan fundamentalmente de gestos que son baratos, ha pasado en las últimas fechas por un par de visitas a las zonas devastadas de Valencia tras la Dana.
En el primero de los casos y en compañía de Pedro Sánchez y Mazón, presidentes a la sazón del gobierno y la CCAA, la cosa no salió del todo bien. Desde algún lugar se había filtrado con aviesas intenciones el recorrido por Paiporta del día 3, a los fascistas alborotadores que esperaban agazapados para atentar contra Sánchez. Incluso la lluvia de bolas de barro contra ellos, un sirimiri apenas, no ha servido para que vistieran el traje de héroes precisamente. Por el contrario la amistosa conversación del ciudadano Borbón, Felipe tiene por nombre, con los nazis que se sumaron a la fiesta, dejó en Casa Real cierta necesidad de volver para abrillantar lo enturbiado por tal conversación con los fascistas, y los insultos del pueblo contra ellos y contra el valiente Mazón que se escondía tras la espalda regia de Felipe.
La siguiente visita estuvo mucho mejor preparada, y así por diferentes esquinas de la localidad de Chiva, bien dispuestas quedaron establecidos diversos coros de plañideras que, lejos de llorar esta vez, tenían la misión de corear ¡Vivas! Y otras aclamaciones llamadas a arrastras al pueblo en otra dirección aquel martes 19. Todos los tiros de cámara consiguieron imágenes de aclamación popular estupendas, y con ellas se abrieron rotundos los informativos de los canales comerciales.
Casa Real sabe que las encuestas mes a mes les son desfavorables, y que por mayoría los españoles prefieren un plebiscito para dirimir si monarquía sí o monarquía no. Apuntalados por PP y PSOE y sienten seguro aunque con inestabilidad su papel y su razón de cobrar del erario público un presupuesto enorme que no son capaces de demostrar cómo se ganan. Es difícil para la institución por tanto, bregar con una mayoría de gente que no se reconoce en el papel de súbditos y, tras la segunda visita ciertamente exitosa de resultas de la imagen ofrecida, han querido vender otra porción de prevalencia con la aparición de las fotos de Annie Leibovitz. Felipe viste de rey, con toisón de oro, fajín de Capitán General y banda azul de la orden de Carlos III. Leticia viste de gala con vestido y chal rojo, ambos de Balenciaga. Ambos parecen como sacados de una publicación del XIX, pero en el XXI es ya a todo color.
Horas de radio y televisión consumidas mostrando displicentes un nuevo despropósito altanero que, aunque financia el Banco de España, sigue a cargo de los impuestos que todos pagamos.
Por si fuera poco aquello que pretendían una nueva paletada de cal, y que al final ha resultado nuevamente de arena mezclada con salitre, exmagistrados del Supremo y exfiscales se han querellado contra el ciudadano Borbón, Juan Carlos tiene por nombre, sosteniendo que la regularización de sus deudas con la Hacienda Pública hechas en su día, fue ilegal. ¿Quién se atreverá algún día a levantar todas las alfombras de Zarzuela?
Y Ahí van, vamos, viviendo una realidad de otro tiempo, en la que la finalidad es la de preservar el momio y el apuntalamiento de un estado en el que el capitalismo se impone, para ellos, y la limpieza democrática y el establecimiento de una moderna República, para nosotros.
Añadir comentario
Comentarios