Año nuevo, viejos problemas.


Fernando Alés.

Enero/25.

 

Pues empezamos otro año más, como acabamos el anterior. 

La salud, la prosperidad y los buenos deseos son tan loables como eufemísticamente crueles. La paz, el fin de la pobreza, las desigualdades y otras tantas penurias sociales van a seguir ahí, en la lista de espera; hasta que el sistema quiera resolverlos.

 

 

El sistema que nos rige es el Capitalismo, poco dado a resolver problemas, más bien dado a crearlos para obtener beneficios.

Siempre dije, que el capitalismo era el cáncer que corroe nuestras vidas, y me reafirmo en ello. Hablo de cosas por las que un ciego o un ignorante me llamarían comunista. No lo soy, no porque el comunismo sea el mayor de todos los males, la puerta del infierno, como dicen los fachas, sino porque el comunismo lo rigen comunistas, a la sazón hombres y por lo tanto susceptibles de corromperse. Ya lo dice una frase: El poder es una charca pestilente que corrompe a todo aquel que se acerca a ella. (F. Pi y Margall).

No saquen pecho los neoliberales por lo que acabo de decir, porque en ellos la corrupción viene incluida de serie, con todos los extras.

No haré ningún resumen del año anterior,  ya hay resúmenes más que suficientes para echar un vistazo y ver que no ha sido precisamente el mejor año de la historia. 

Podría, sin embargo, hacer una lista de propósitos para este año que entra. Que bien podría resumir en un solo: 

Que seamos conscientes de la vida que estamos viviendo, de nuestra progresiva deshumanización, de nuestro egoísmo, nuestro materialismo y nuestro conformismo, cuando deberíamos estar al menos a un lado del capitalismo, sino enfrente, pero estamos debajo de él y nos sentimos ¿cómodos?

Aunque creo que sería más fácil que me inscribiera en un gimnasio, a que esto se hiciera realidad.

Es lo que hay; que dicen los conformistas (no hay frase que odie mas).

Somos como muñequitos en un guiñol; los buenos, los malos, la chica guapa, el chico bueno, etc… Pero todos movidos por el pérfido marionetista, que nos maneja a su antojo. Y parece que este cuento no lo van a ganar los buenos.

Imagen: IA Alternativa Mediterráneo

Pero bueno, me estoy saliendo del guion. Estrenamos año, debería hablar de la felicidad, de la salud, de las buenas intenciones y mirar para otro lado para no ver todo lo contrario.

Vivimos en el hermoso Reino de Fantasía, felices y contentos, sin darnos cuenta que como en la novela de Michael Ende, estamos amenazados por La Nada, el vacío más absoluto. En nuestro caso, vacío como personas y no podemos esperar que un héroe venga a darnos la solución. La solución está en nosotros, en decirle al sistema, que hasta aquí hemos llegado. Necesitamos al sistema, pero él no se puede sostener sin nosotros, solo se trata de que el beneficio sea mutuo, no vaya solo en una dirección. Como buenos accionistas que somos, (por nuestras acciones, digo) deberíamos tener derecho a participar en el reparto de dividendos.

No hemos aprendido nada, ni lo vamos a aprender, no tenemos intención y las pocas intenciones que tenemos la ahoga el sistema convenciéndonos de que estamos acomodados, que no nos podemos quejar, que pensemos en nosotros mismos, (no confundir con pensar, por nosotros mismos)

En fin… Algún día alguien escribirá en mi lapida, que era un ingenuo y todo seguirá igual, mientras alguno sonreirá al pasar, pensando que no se va a morir nunca.

Y esto es todo por el momento.

Imagen: IA Alternativa Mediterráneo

Al que le vaya bien, pues bien por él, y al que no, pues ya sabe a ver la tele y mantenerse informado. Siempre le quedarán las rogativas o sacar al santo correspondiente en procesión.

Prospero año nuevo, para todos (no lo digo con sarcasmo, ojalá fuera realmente así).


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