Alvise el Rey del Bulo.
El Comunero.
Julio/24.
La generación de los “youtubers” españoles ha dado a luz a su primer monstruo político, Alvise Pérez, o lo que es lo mismo, Luis Pérez Fernández, ya ve, ninguno de esos ilustres apellidos en hilera que suelen adornar a quienes, como Alvise, suelen cabalgar a lomos de uno de los jumentos de los jinetes del apocalipsis, el fascismo.
Luís Pérez, es un jeta de la política, uno de esos políticos de ideales volátiles y principios distraídos, que salió de su Sevilla natal para apuntarse al rentable "vivir del cuento" militando primero en el partido de Rosa Díez, UPyD, donde al hispalense no le sonrió la diosa Fortuna. Fue la formación liderada por Alber Rivera, Ciudadanos (Cs) la que hizo realidad en 2017 la aspiración de un Alvise cada vez más apurado y lo llevaron hasta las Corts Valencianas para hacerse cargo del gabinete de este grupo parlamentario, entonces liderado por otro conocido jeta de la política, el actor Toni Cantó.
Tras dos años de cobrar de lo público, Alvise se vio de nuevo sin la sopa del bobo, tras la derrota electoral de Cs en las elecciones y el negro abismo que ya se abría para engullir a la formación naranja. Es en ese momento cuando Alvise descubre el poder de las redes sociales y comienza a hacerse un hueco en el mundo de los agitadores fascistas, perpetrando algunos de los bulos más descarados de la vergonzosa historia de los propagadores facciosos, lo que le vale numerosas condenas por mentir y difamar, condenas que no evitan que el número de sus acólitos, fanáticos fascistas, o, generalmente, personas poco propensas a usar del sentido común, escasamente leídas o directamente semiincultas, aumente a diario.
Su atrevimiento a la hora de inventar falsas informaciones cruzando muy a menudo las líneas establecidas entre la mentira y la difamación o la injuria, y la osadía de sus vehementes soflamas nazis lo llevan rápidamente a contar con una legión de seguidores que lo hacen abrigar la idea del paraíso soñado por cualquier jeta de la política, un escaño parlamentario, en da igual qué Parlamento.
Acorralado por los temas judiciales pendientes, que ya empiezan a resultar algo más que simples molestias, necesita de una estrategia que lo haga impune, algo así como una inmunidad parlamentaria. Alvise decide concurrir a las elecciones europeas con una formación de electores, que él sostiene es de personas elegidas "por sorteo" y que no tenían contacto previo, pero que en realidad todos han sido escogidos entre el círculo de amistades o de amistades de las amistades, presentando la candidatura de Se Acabó La Fiesta, una “panda” de amiguetes ultras que alzando el gallardete de la esvástica y gracias a su hábil manejo de las redes sociales, justo es reconocerlo, y el poco conocimiento que el ciudadano español tiene de la verdadera importancia que para nuestras vidas tiene el Parlamento Europeo, termina logrando tres escaños, en torno a los 100.000€ anuales, que no es poca recompensa para un gaznápiro hispalense que es incapaz de construir una frase correctamente en su propia lengua.
Con todo lo peor es que, animado por los resultados europeos, Luis Pérez, ya ha anunciado su intención de presentarse a las elecciones generales. ¿Se imaginan a semejante jeta de ministro de lo que sea?
Pues no se distraiga que en España incluso eso es posible.
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