¡ Coño! El Negro Aquilino
Elepé.
Febrero/23
La primera vez que escuché el nombre de Negro Aquilino fue después de un magnífico concierto que dio el saxofonista navarro Pedro Iturralde, en el Auditorio Manuel de Falla, allá por el siglo pasado. En aquel entonces, tenía el “privilegio” para bajar a los camerinos que eran principalmente aulas para ensayar, situadas en la planta baja del edificio y con esa ilusión para comunicarme, no dudé en preguntarle, que referentes había en el flamenco sobre el instrumento del saxo; sin dudar un segundo me soltó: ¡¡ coño!! El Negro Aquilino.
Obviamente hablamos de cómo llegó su afición hacia el flamenco, sus grabaciones que crearon la semilla del flamenco-jazz en nuestro país y como, gracias al divulgador musical y escritor Joachim E. Berendt, le dio ese empujón para grabar y participar en el Festival de Jazz de Berlin asesorándole que incorporara una guitarra flamenca a su quinteto. Por cierto, es una grabación efectuada con la casa Hispavox en el año 1967 y que saldría en España en 1974… ¡Increíble!
Del guitarrista ¡que vamos a decir! fue ni más ni menos que Paco de Algeciras, pseudónimo que utilizó el maestro Paco de Lucia porque tenía compromisos con otras discográficas.
Iturralde, siempre ha presumido en sus entrevistas de tener paisanos flamencos y no hay que dudarlo cuando se refiere al maestro y referente de Paco de Lucía, el guitarrista nacido en Pamplona, Agustín Castellón Campos, “Sabicas”, apodo que se le da por la afición que tenia de niño a ingerir habas crudas, el “Habicas” bautismal, se convirtió con el tiempo en el popular “Sabicas”, el mayor interprete de la guitarra flamenca hasta la llegada de Paco de Lucía.
Pero yo quisiera hablar del Negro Aquilino. Durante un tiempo pensé que podía haber llegado a España a través de las bases norteamericanas de Rota. No confirmé con Pedro Iturralde como ese artista apareció en escena, ni su origen. Confirmado está que mucha música americana ha llegado por ahí y se relaciona, músicos militares de la base con músicos gaditanos y sevillanos como cuenta el guitarrista Raimundo Amador. Hay un documental “Rota n´Roll”, que refleja cómo se transformó la ciudad de Rota en los años 50 con la llegada de la base naval americana pero mi gran sorpresa fue averiguar que Aquilino ya llevaba veinte años paseando su saxofón por toda España.
Antes de tener Internet y esta maravilla de “San Google” (el mejor santo para averiguar acontecimientos y demás), he de decir que los discos eran nuestro mayor fuente de conocimiento, gracias a los créditos nos aportaban mucha información y he de decir que me encantaba leerlos.
Un disco de “Sabicas”, me dio información de una grabación que realizó el afamado guitarrista navarro con el Negro Aquilino, donde éste, grababa con su saxofón alto.
La grabación fue realizada en Buenos Aires y en sus créditos ponía el año 1951, pero leyendo un libro de Azich Balouch, cantante indo-pakistaní, un auténtico cantaor del flamenco, (desconocido para muchos y que Marchena lo llevó con él en sus actuaciones), me dio más pistas para encontrar a nuestro protagonista, veinte años antes por 1932, gracias a un cartel que aparece el Negro Aquilino. El cartel está relacionado con esa “gran casa de la cultura” que había en España por entonces, conocida por Circo Price, un espacio que se fundó en 1853 y demolido en 1970
Aquilino Calzado González, de origen cubano, aparece en la escena española con la llegada de músicos cubanos y americanos a Europa en el primer tercio del siglo pasado. Antes de su presentación en el Price participó por varias plazas de toros con su orquesta “Estrellas Negras”. La personalidad del carismático músico cubano fue divulgada de la siguiente manera: “Aquilino: el saxofón flamenco, el negro de alma gitana, el creador y el único. Con su formidable espectáculo original moderno, internacional y castizo debuta en este circo etc., dentro del más interesante programa de circo y los terroríficos leones de Ivanoff”.
Reseñas en los medios, comentaban cosas como esta, “el maravilloso saxofón de Aquilino matiza todo el cante jondo con el más depurado estilo. Es a ratos, Marchena y Angelillo y Vallejo, en la interpretación del fandanguillo, milonga y malagueña”. En Cuba, también tuvo su momento formando parte de una banda de jazz y que entre los géneros que interpretaba había coplas flamencas.
Sabemos de las joyas que nos dejaron, por ejemplo, Miles Davis en su “Kind of blues” o en el “Olé” por Coltrane, pero Aquilino no tenía nada que envidiar a ningún norteamericano. Poseía la magia gitana, el sincretismo mágico africano, toda esa mezcla cultural y artística de los cantes de ida y vuelta con la que un cubano se criaba en esa época, si era de los que pisaba la calle.
Sus actuaciones junto a estrellas del flamenco, especialmente guitarrista como, Ramón Montoya, Manolo de Badajoz o “Sabicas”, le han dado un lugar en este santuario de la MÚSICA. Aquilino sugiere una temprana fusión de elementos diferentes, sin duda fundamentales para devenir del jazz flamenco español. Sin más les invito a escuchar a este artista cubano que fue el precursor del saxofón en el flamenco y como bien dice el maestro Pedro Iturralde...
¡ Coño, el Negro Aquilino ¡
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